EL
PALACIO DE LAS AGUAS CORRIENTES
Emblema
de nuestra identidad nacional
Edificio ubicado en Av. Córdoba y Rio Bamba en el corazón del barrio de Balvanera
Por lo que simboliza esta descomunal obra de
saneamiento de la ciudad de Buenos Aires , por haberse logrado con su arquitectura una magistral
obra de arte, por ser un símbolo de la argentina del primer mundo y por
representar el cambio profundo en la política de salud pública argentina , este
emblemático edificio declarado hoy
Patrimonio Histórico Nacional, merece un párrafo aparte.
En el lugar de este palacio, se encuentran las oficinas
de AYSA Empresa mixta de conformación
nacional que que actualmente la controla.
En 1887 en la zona alta del barrio de Balvanera
comenzó a construirse este palacio, cuyo construcción estaba destinada a
proteger y ocultar los 12 tanques de acero que se construyeron para almacenar
el agua corriente de la ciudad de Buenos Aires. En aquel entonces la población
de Buenos Aires, no superaba los 440.000 habitantes de la cual la mitad eran
inmigrantes extranjeros.
La construcción se inicia en una zona descampada,
con algunas casas quintas y chacras., lejos de de la gran aldea que apenas superaba la plaza de mayo. La villa crecía
vertiginosamente y el agua era un suministro cada dia mas critico, Buenos Aires
no tenia agua corriente y sus aljibes ,
y pozos de balde estaban tan contaminados como la propia agua que vendían los
aguateros del Rio de La Plata.
En esos momentos los enfermos fueron trasladados a la
quinta de Lezama, donde se improvisó un LAZARETO . Era la Presidencia de Sarmiento y con una
población que prácticamente se había duplicado mas de 75.000 personas habitan
la ciudad, se inician las primeras acciones tendiente a mejorar el estado
sanitarios de las agua.
Legamos asi al año 1887 que marca el inicio de la
obra de este emblemático palacio que tardo 7 años en construirse. que fue construido para almacenar agua en
altura y poder distribuirla por gravedad
a los vecinos de la ciudad, urgidos por encontrar medidas de saneamiento
urbano que controlara las epidemias de
la floreciente Buenos Aires.
El arquitecto Jorge Tartarini, autor del libro EL
PALACIO DE LAS AGUAS CORRIENTES, de Gran depósito distribuidor a Monumento
Historico Nacional, destaca que la finalidad del Palacio que, es uno de los
edificios más bellos de la ciudad , fue construido para remediar las
enfermedades y tener una ciudad abastecida por 72 millones de litros de agua en
sus 12 tanques de hierro
Es una obra ecléctica que reúne los adelantos
tecnológicos de la época con el arte arquitectónico de estilo francés el un
arte ecléctico
Este Palacio
fue diseñado en Europa como un modelo para armar, miles de piezas
numeradas de encastre milimétrico cubrieron su fachada, armado como si fuera
una especie de rompecabezas, donde cada pieza tiene su número y letra que se
corresponde con la que figura en los planos para saber dónde iba ser ubicada
cada una.
En la visita al palacio se pueden ver parte de las piezas que se enviaron de repuesto por si alguna de las mismas sufria algún deterioro en el viaje o en el montaje. Las piezas fueron de terracota porque era el material decorativo del momento. Pero lo cierto que el palacio luce como nuevo cuando han pasado 124 años de su inauguración.
El interior del palacio contrasta notoriamente con los laterales, dado que exponen la dureza del hierro de tanques y cañerías de grandes dimensiones. Tiene una estructura que puede almacenar 72 millones de litros de agua en 12 tanques ubicados en la parte mas alta de la ciudad. Los tanque conforman una estructura de hierro de tres niveles con cuatro tanques en cada nivel, para ganar altura y fuerza en el agua. Están sostenidos por 180 columnas. Es una de las mayores estructuras de hierro que se construyó en el siglo XIX fuera de Europa.
En este lugar central del edificio se encuentra el MUSEO DEL AGUA, y dichos tanques hoy se
usan como depósitos de materiales y uno de ellos guarda especialmente el
archivo histórico de planos de la ciudad de Buenos Aires.
Este edificio
no se salvo de ser parte de los mitos y leyendas urbanas de Buenos
Aires, se hablaba de una parejita de enamorados que se suicido en sus tanques,
porque sus padres se oponían al encuentro de los enamorados, también se decía
que el palacio era la réplica de un palacio Europeo que había sido bombardeado,
o que el constructor encargado de a obra descubrió al finalizar que había una
falla de resistencia mecánica y que tarde o temprano los tanques colapsarían e
inundarían la ciudad de Buenos Aires, y al no poder soportarlo, se suicidió, e incluso se documento que en forma secreta
había escondido los restos de Evita.
Lo cierto es que el Palacio es un edificio
único, cuya verdadera historia con lujos de detalles se puede encontrar en
varios libros de los cuales recomiendo el publicado por el arquitecto Jorge
–Tartarini, donde en un libro de panorámicas fotos y planos, cuenta la historia
real de un edificio que hoy es orgullo
nacional y una muestra de la época de oro de la Argentina que supimos ser.
DEL
MUSEO DEL AGUA.*
“Hacia
1958 se crea el “Museo Técnico de Artefactos Sanitarios de Obras Sanitarias de
la Nación”, a partir del denominado “Muestrario de Materiales”, un lugar donde
eran exhibidas públicamente las piezas pre - sentadas ante la antigua Oficina
de Contraste. La Oficina había sido creada en 1887 para controlar la calidad de
los materiales importados y nacionales utilizados en las obras de salubridad y
en las insta - laciones domiciliarias. Además de artefactos y cañerías, el
control se extendía a la grifería y accesorios utilizados en baños y cocinas.
Estos elementos, con el tiempo se fueron acumulando y adquirieron valor
histórico y son la base de las actuales colecciones del Museo
Las colecciones:
Además de los elementos que forman parte de la historia de la construcción del Palacio de las Aguas Corrientes y el mobiliario de las antiguas oficinas que en él funcionaban, las colecciones incluyen cañerías, medidores, grifería nacional e importada y antiguos artefactos sanitarios.
En
su mayoría se trata de caños de terracota vitrificada, importada de Gran
Bretaña. Junto con estos codos, cámaras de acceso y piezas especiales, se
encuentra un conjunto de caños de secciones y materiales diversos (madera,
cerámica), utilizados en la primera mitad del siglo XX. Además de los elementos
que forman parte de la historia de la construcción del Palacio de las Aguas
Corrientes y el mobiliario de las antiguas oficinas que en él funcionaban, las
colecciones incluyen cañerías, medidores, grifería nacional e importada y
antiguos artefactos sanitarios.
El
control del consumo del agua a través de medidores fue, prácticamente desde los
orígenes del sistema de provisión, una de las preocupaciones principales de las
autoridades. El primer Reglamento de 1869 para la provisión de agua, preveía la
colocación de medidores en viviendas y establecimientos. Los primeros medidores
a turbina, en servicio en Buenos Aires datan del año 1889, y eran marca Stoll,
Thompson y Siemens. Hacia 1939 había 17.260 medidores en servicio, que eran
controlados por la Oficina de Medidores de Obras Sanitarias de la Nación.
Otra
de las colecciones del Museo son los artefactos sanitarios utilizados desde
fines del siglo XIX hasta la década de 1970. Son los ejemplares que debían
quedar en depósito en la Oficina de Contraste. Proceden de Gran Bretaña y
Estados Unidos y, en menor medida, fabricados en el país. Estos últimos,
comenzaron a ser presentados en la Oficina de Contraste a fines de la década de
1930.
Grifería
Además
de artefactos y cañerías, el control de Obras Sanitarias de la Nación se
extendía a la grifería y accesorios de baños y cocinas. A partir de la segunda
posguerra, la industria nacional cobró renovado impulso con marcas como “Piazza
Hermanos”, “La Rural”, “Franklin” y “FV”, esta última fundada en 1921. La labor
de la empresa no sólo comprendía la aprobación de estas piezas, sino el
mejoramiento de los estándares de fabricación y calidad existentes, a través de
la organización de concursos para perfeccionar el funcionamiento de la grifería
sanitaria nacional.
AySA
preserva y difunde un valioso patrimonio documental. A través de la Biblioteca
Agustín González brinda un servicio dinámico que posibilita el acceso rápido a
los materiales bibliográficos y digitales.
Desde que AySA recibió bajo su cuidado el fondo documental, heredado de la Biblioteca de Obras Sanitarias de la Nación, trabaja con el objetivo de facilitar el acceso a su acervo documental. En la Biblioteca Agustín González, ubicada en el Palacio de las Aguas Corrientes se pueden consultar libros, publicaciones periódicas y material institucional de difusión, en forma gratuita.
Entre sus usuarios se encuentran estudiantes de todos los niveles educacionales, técnicos, profesionales, investigadores, representantes de organismos públicos y privados, nacionales e internacionales” *
Desde que AySA recibió bajo su cuidado el fondo documental, heredado de la Biblioteca de Obras Sanitarias de la Nación, trabaja con el objetivo de facilitar el acceso a su acervo documental. En la Biblioteca Agustín González, ubicada en el Palacio de las Aguas Corrientes se pueden consultar libros, publicaciones periódicas y material institucional de difusión, en forma gratuita.
Entre sus usuarios se encuentran estudiantes de todos los niveles educacionales, técnicos, profesionales, investigadores, representantes de organismos públicos y privados, nacionales e internacionales” *
·
De la publicación oficial del museo
del agua. AYSA
Para cerrar este capítulo me gustaría acotar que además
de este reservorio central se construyeron dos tanques mas, que todavía
funcionan uno es el Depósito Gravitacional de Caballito y el otro el Deposito
Gravitacional de Villa Devoto, que ocupan dos edificios históricos de estilo
Francés Neorrenacentista
Finalmente decir que la primer planta potabilizadora
estuvo ubicada en recoleta en un edificio del que se conservan fotos históricas
. Edificio que fue reformado y hoy funciona el Museo Nacional de Bellas Artes.
La planta fue inaugurada en 1874 y funcionó hasta 1928. En el año 1870 el Ingeniero irlandés John
Coghlan levantó el primer tanque de almacenamiento de agua filtrada en la Plaza
de Lorea. El agua llegaba desde el establecimiento de Recoleta y se guardaba en
el tanque de Lorea y desde allí era distribuida a la red pública.
En la foto histórica de 1890 vemos la casa de bombas
de la planta Recoleta, ampliada con una casa anexa similar. Tras ser
desactivada su espacio es modificado por el Ing. Alejandro Bustillo y pasa a
funcionar el MUSEO DE BELLAS ARTE en mayo de 1933
Detalle de terracota, el escudo nacional con las 14 banderas que corresponden a cada una de las Provincias .
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