CONFITERIA LAS
VIOLETAS Sinfonía de sabores y colores
de vitraux
Es uno de los bares notables de Buenos Aires, que fue
inaugurado en la primavera de 1884, dice la historia que siempre mantuvo un
delicado encanto y era frecuentado por personajes ilustre y de la alta sociedad
porteña que llegaban en sus carruajes para reunirse tomar el té. Hasta el mismo
Carlos Pellegrini con bastón y galera bajo de su carruaje el dia de la
inauguración Hubo años que se mantuvo cerrada pero volvió renovada para
quedarse para siempre porque ha sido declarado Patrimonio Histórico de la
Ciudad de Buenos Aires. Sus tortas
budines y sus facturas son realmente exquisitas, me consta porque mas de una
vez las he probado.
Yo solia frecuentarla en mi época universitaria que por la cercanía de donde vivía, la había
elegido como lugar de estudio. Hoy volvi
con nostalgia a revivir aquellos
momentos, y me deleite con sus ricas masitas. Podes almorzar y cenar con una
muy buena carta gastronómica en el
hermoso local, de refinadas columnas y grandes
vitraux. Es un lugar luminoso y agradable y por supuesto es de todos
nosotros, porque forma parte de nuestro patrimonio y por lo tanto de nuestra
identidad como Porteños.
En el remoto barrio de Almagro, solo a 4 kilómetros de la
avenida de mayo, a principios de 1880,LA CONFITERIA LAS VIOLETAS abría sus puertas en un solar que poseía
inequívocas señales de refinada distinción. Era lejos muy lejos, pero causo un
gran revuelo la inauguración de un lugar tan refinado que miraba el futuro de
un Buenos Aires que quería dejar de ser aldea. Era todo un viaje llegar al
lugar, pero elegantes carruajes con curiosos aristócratas llegaban hasta las
puertas del suntuoso y flamante local. Cuenta la historia que el mismo Carlos
Pellegrini, futuro presidente del país, de rigurosa galera, capa y bastón,
asistió gustoso a la inauguración, transportado por un tranvía especial
acompañado por muchos de sus distinguidos amigos. El 21 de Septiembre de 1884,
en la esquina de Rivadavia y Medrano, asi nacía en Buenos Aires la confitería
Las Violetas…
Vitraux de la Confiteria LAS VIOLETAS de Buenos Aires |
Confiteria LAS VIOLETAS, Av. Rivadavia y Medrano |
La confitería fue construida con el estilo característico de
estos locales en el Buenos Aires de principios de siglo. Su interior posee una
exquisita y lujosa decoración, hecha a base de revestimientos en madera, 80
metros cuadrados de vitrales, arañas con caireles, fachada y mesas con mármol
de carrara. Pero es alrededor de la década de 1920 cuando las Violetas fue
remodelada, luciendo nuevas vidrieras francesas y puertas de vidrios curvos,
vitrales y pisos de mármoles italianos, hechos en el barrio de San Telmo y
colocados en 1928.
Los tres vitrales que enfatizan los accesos estaban muy dañados y hundidos en su parte superior; entonces se contrató al prestigioso vitralista Daniel Ortolá, que con un proceso de varias semanas (ver recuadro) logró enderezarlos. En el interior hay tres grandes vitrales y dos chicos; uno de los grandes había sido tapado en su parte superior por un entrepiso (no original), que impedía su visualización completa. Para solucionar la cuestión, se demolió ese entrepiso, que además ya había dañado dos capiteles de las imponentes columnas.
Famosa desde sus orígenes, su reaparición, luego de un cierre de tres años, fue festejada por los vecinos de Buenos Aires que han acompañado su nueva etapa con entusiasmo.
No puede dejar de mencionarse su tradicional repostería y su
célebre pan dulce. Entre sus habitués se puede mencionar a escritores como
Roberto Arlt y Alfonsina Storni. Fue escenario de varias películas, como La
Mafia, de Leopoldo Torre Nilson y Sol de Otoño, de Eduardo Mignona,
protagonizada por Norma Aleandro y Federico Luppi.
En el año 1984 fue reconocida por el Museo de la Ciudad como
“Testimonio vivo de la memoria ciudadana” y fue catalogada como “confitería
notable” por la Comisión respectiva. Cerró el 30 de junio de 1998, momento en
el cual se sanciona la Ley 49 con esta declaratoria de Sitio de Interés
Cultural y otra ley con su catalogación de Área de Protección Histórica (APH).
El 19 de julio de 2001, completamente restaurada y con nuevos dueños, abre
nuevamente sus puertas.
Los tres vitrales que enfatizan los accesos estaban muy dañados y hundidos en su parte superior; entonces se contrató al prestigioso vitralista Daniel Ortolá, que con un proceso de varias semanas (ver recuadro) logró enderezarlos. En el interior hay tres grandes vitrales y dos chicos; uno de los grandes había sido tapado en su parte superior por un entrepiso (no original), que impedía su visualización completa. Para solucionar la cuestión, se demolió ese entrepiso, que además ya había dañado dos capiteles de las imponentes columnas.
Famosa desde sus orígenes, su reaparición, luego de un cierre de tres años, fue festejada por los vecinos de Buenos Aires que han acompañado su nueva etapa con entusiasmo.
Como todo bar notable tiene su canción, Con letra de Carlos Ceretti y música de
Gabriel Mores, se compuso LA ESQUINA DE LAS VIOLETAS. Una de sus estrofas
dice: “La esquina de LAS VIOLETAS es una fiesta completa, mil charcas que hacen
piruetas entre torta y canapé.” “La
esquina de LAS VIOLETAS, el sábado sos la meta de cien canosas paquetas, que
con masas toman el té …… ARTURO
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