MUSEO HISTÓRICO NACIONAL DE BUENOS AIRES
En el extremo sur del porteño barrio de SAN
TELMO, en la calle Defensa al 1600 se encuentra este renovado Museo Histórico
Nacional. Creado en 1889 por iniciativa de Adolfo P. Carranza, la municipalidad
de la ciudad de Buenos Aires dispuso la creación del Museo Histórico .Para su
organización se convoco a una comisión de notables, entre los que figuraban
Bartolomé Mitre y Julio A. Roca, entre otros. Desde luego Adolfo Carranza
fue
nombrado director de la nueva institución y ejerció el cargo hasta su muerte,
en 1914. El archivo personal de Adolfo Carranza paso a formar parte del acervo
histórico de la institución y dada la
riqueza e importancia de la información histórica, es frecuentemente consultada
por los investigadores de a historia. El Museo hoy no solo tiene una gran
cantidad de elementos de colección sino también una gran documentación
histórica sobre la Argentina que lo hace
particularmente valioso, con una biblioteca de mas de quince mil volúmenes, que cubren también parte de la historia americana.
El
Museo se inicio en un edificio de la calle Esmerada 848, luego paso a la calle
Moreno 330 y también funcionó en el actual Jardín Botánico, hasta que en 1897 o
sea a pocos años de su fundación paso a la actual ubicación en lo que fue la
residencia del acaudalado comerciante Salteño José Gregorio Lezama , que le da
el nombre al actual Parque
Lezama, el cual formaba parte de los jardines de
dicha mansión.
Los historiadores cuentan que este museo se
creó como un elemento más para la consolidación de la República Argentina, que
salía de casi medio siglo de guerras civiles. Eran épocas muy difíciles que
fueron cambiando rápidamente en la medida que la Argentina comenzó a
industrializarse y se iniciaba por otro lado el desarrollo de las comunicaciones y la
masiva llegada de inmigrantes
Europeos que cambiaron por completo la fisonomía
de la Argentina, pero por sobre todo la ciudad de Buenos Aires que comenzó a
gestarse como la una gran ciudad con gran estilo Parisino. En ese contexto se
necesitaba reafirmar la identidad nacional y muchos fueron las acciones en ese
sentido, una de ella se lograba con la fundación de este Museo Histórico.,
entre sus objetivo era lograr unificar a la sociedad argentina apelando a un
acervo común de
tradiciones y a una historia compartida.
La información del museo no cuenta que con su creación “ se
buscaba desarrollar una educación patriótica para las nuevas generaciones y, de
esta manera, impulsar un sentimiento de pertenencia nacional. El Museo fue
concebido como el Panteón de la Patria donde se guardaban y veneraban las
reliquias de los próceres de la Revolución de Mayo y las guerras de la
independencia. Desde sus exhibiciones se
difundió una narración histórica
unilineal y homogénea –muchas veces respaldada por una iconografía patriótica
hecha por encargo– que ignoraba los conflictos y la diversidad de identidades
étnicas, regionales y sociales que convivían dentro de los límites del Estado argentino.”
Actualmente el museo se encuentra muy
renovado dentro de la hermosa residencia que es mantenida en perfectas
condiciones y que constituye en si misma
una joya arquitectónica. El museo
comienza mostrándonos la historia de lo
que fue el territorio Argentino desde hace 10.000 años atrás con sus aborígenes,
hasta llegar a la historia de la revolución de mayo. Usando los modernos
recursos de comunicación para llegar de una manera ilustrativa al público en
general. Como dicen sus autoridades se trata de proponer un museo dinámico que
ofrezca distintas visiones del pasado, a través de un diálogo amplio capaz de
manifestar las diversas maneras de ser argentino.
Las colecciones del Museo Histórico
NacionalEn el patio de la residencia podemos
encontrar un conjunto de tres campanas, la Mayor es la Campana de bronce de la
Iglesia de la Merced de Buenos Aires con
un asa de seis brazos decorado con una cabeza de animal fantástico. En relieve
se puede ver el escudo de la orden de los Mercedarios. Una cruz latina y la
inscripción la fundió Antonio Murillo.
Campana de bronce de la Catedral de Buenos
Aires, con asa de seis brazos decorado
con una cabeza de animal fantástico. Bajo relieve se observa una cruz de
calvario de estrellas, tres clavos y la inscripción año
1798 S ( Santo) Petre
ora pro nobis (San Pedro ruega por nosotros). Hizose en Sevilla para la Sta.
Cathedral de Buenos Aires.
La tercera campana también de Bonce
perteneció a la Catedral de Buenos Aires, tiene un asa de seis brazos simples.
Bajo relieve se observa la coronación de la viegen y un calvario de estrellas.Posee
una inscripción que dice: Soy la
Santísima Trinidad Titvlar de esta Santa Igglesia Cathedral de Buvenos Ayres . Año de 1892 José de
Mendoza me
yzo.
También hay una serie de cañones históricos
de diversos calibres o tamaño que custodian la residencia. Los hay de caño coto
y caño largo de mayor alcance pero mas pesado y dificeles de transportar, por
lo que por lo general estaban fijos en las fortalezas a proteger.
El aljibe, de la residencia se encuentra en
el patio central. En aquellos tiempos el aljibe era una símbolo de distinción
de una residencia. Los primeros pozos subterráneos
se comenzaron a construir en
Buenos Aires, en la segunda mitad del
siglo XVIII. El ajibe era un pozo de varios metros que comunicaba con la napa,
y en su construcción la cámara subterránea se comunicaba con un brocal y una
arco con una roldana por el cual pasaba una cadena y una soga con un balde que permitía
extraer el agua. EL agua solía mantenerse limpia de bichos con la colocación de unas tortugas
en su interior, Asimismo los aljibes tenían una tapa superior y muchas veces un
candado lo
El Museo Histórico Nacional ha logrado
reunir una colección de diversos objetos: excelentes grabados, litografías,
cuadros, imágenes religiosas y esculturas; banderas, estandartes, armas y
uniformes de las guerras de la Independencia; muebles, relojes, partituras,
instrumentos musicales y vajillas de las familias tradicionales del siglo XIX;
recuerdos de la celebración del Centenario de la Revolución de Mayo, relicarios
y miniaturas, daguerrotipos, fotos y tarjetas postales; aperos, ponchos,
objetos de plata y prendas gauchas.
Entre
sus colecciones pictóricas resaltan los cuadros de José Gil de Castro, que
retrató contemporáneamente a varios protagonistas de la emancipación
sudamericana; las pinturas de Cándido López, cuya obra constituye
un valioso
testimonio de la Guerra del Paraguay (1865-1870); y los trabajos de los
artistas europeos León Palliere, César Bacle y Emeric Vidal quienes, a través
de sus litografías, abordaron diversos aspectos de los usos y costumbres del
Río de la Plata en el siglo XIX. Dignos de mención son los instrumentos
musicales históricos como los pianos y los forte pianos de la familia Escalada,
de María Sánchez de Thompson y de Eduarda Mansilla. Precisamente
Mariquita Sánchez de Thompson aquella mujer valiente que paso a la historia por ser anfitriona de
reuniones sociales y que congregaba en sus tertulias a los políticos relevantes
de su tiempo, conocidas por sus ideales de libertad y porque además con su
piano se canto por primera vez el Himno Nacional Argentino un 14 de mayo de
1813. Su verdadero nombre era . María Josepha Petrona de Todos los Santos
Sánchez de Velasco y Trillo ., al costado de su piano podemos ver un retrato
que la
recuerda en sus reuniones sociales, parada frente al piano, la tradición
dice que se encuentran cantando el himno., además comparte la escena con tres
damas que dan la pauta de participar de la misma vocación por la cultura y el
arte.. Los cuadros de aquella época eran como una fotografía que trataban de
reflejar un momento
importante o relevante en la vida de los personajes
retratados.. El pianista de espalda
muestra a un solemne pianista interpretando la partitura de Blas
Parera,
SAN MARTIN
En el Museo puede visitarse la reproducción
del dormitorio de José de San Martín en Boulogne-Sur-Mer (Francia), ambientado
con objetos originales de acuerdo al bosquejo enviado por su nieta Josefa
Balcarce. En la misma
Asimismo a un costado en la pared lindante
se ha colocado la puerta de entrada a la casa
de Boulogne Sur Mer. Con su timbre y golpeador , que ha pasado a formar parte del patrimonio del museo que
guarda muchas pertenencias de San Martin como el sable corvo..
Desde de septiembre del 2015, el Museo
Histórico Nacional exhibe al público el sable corvo del General San Martín con
su dragona, o correa del arma, ya que fue
restaurada por los textiles del organismo militar. Para llegar a
la cámara donde se encuentra el sable corvo se
pasa primero por una cámara
iluminada donde figura el acta de la independencia y un mural que muestra el
frente original de la antigua casa de Tucumán. En el centro hay una urna con la
llamada escribanía, donde se encuentran nada menos que los tinteros de Plata
utilizados en el firma del acta de la independencia en el congreso de Tucumán,
reunido el 9 de julio de 1816. Se muestra una bandeja lisa con borde floreado,
con dos tinteros un portaplumas y una
campanilla. (Estos elementos fueron
expuestos en la casa de Tucumán el día del bicentenario y devuelto al museo al día
siguiente). Al pasar la cámara de los tinteros hay un largo túnel oscuro conformado por una
serie de vitrinas que muestran los distintos sables de nuestros patriotas y
algunos casos también armas usadas en esa época, finalizando en la cámara donde
luce iluminado el sable corvo del Libertados. La dragona hoy se ha colocado
sobre una superficie plana para su mejor
El sable colocado sobre una vitrina especial
es custodiado por dos granaderos conformando un cuadro vivo muy emotivo. Pasado
el mediodía se suele hacer el cambio de guardia.
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