CASA DE LA
CULTURA. de Buenos Aires. Ex Diario La Prensa
Un nuevo destino para el palacio insignia en tiempos del centenario de Argentina Casa de la
cultura, es el destino actual del viejo edificio del diario La Prensa.
El
edificio en si mismo es una reliquia arquitectónica y una verdadera obra de
arte. La Casa de la Cultura abre al público un edificio que
hasta hace unos años atrás funcionaba como la redacción del diario La prensa.
Gracias a este nuevo uso, en el lugar se producen cientos de eventos culturales que van desde exposiciones de pintura y espectáculos
musicales a conferencias , congresos y
reuniones de intelectuales y académicos.
Un lugar muy especial se encuentra en el primer piso donde podemos ver
el todavía vigente Salón Dorado y lo que
fuera el despacho del Director
detalle de la decoración del techo de uno de los salones |
Ester, quien según el Antiguo Testamento, refiere una liberación de la nación por medio de una mujer. En el mismo salón se encuentra en una pared un bajorrelieve de figuras apocalípticas que anuncian una revelación: la letra “P”, que según la leyenda representa la cuatrilogia de P de la palabra, P de paz, P de la prensa,y P de periodismo. La descripción del sitio
Detalle del piso original con la P de Paz, Prensa,Periodismo, y la Palabra. |
Fue declarado Monumento Histórico Nacional en
1995 y el Gobierno de la Ciudad está llevando a cabo actualmente la
refuncionalización de sus dependencias para convertirlo en un gran centro
cultural. En el primer piso también se encuentra el Pasaje Ana Díaz, vía de
comunicación con el Palacio de Gobierno de la Ciudad.
Este espacio se utiliza
como sala de exposiciones de artes, como la pintura y la fotografía. Los
subsuelos del edificio, donde antes estaban los talleres para imprimir el
diario, se han convertido también en salas de exposiciones.
Curiosidades
históricas del lugar
El diario
“La Prensa”, además de editar un periódico, tenía una biblioteca con más de
80.000 volúmenes, que llegó a inaugurar una sede en París y en distintos
barrios porteños, consultorios médicos y odontológicos, estudio jurídico,
escuela de música y un departamento para huéspedes ilustres donde se alojaron,
entre otros, el músico Giácomo Puccini, en 1905, cuando visitó Buenos Aires con
motivo del estreno de su ópera “La Bohéme”.
Entre los
elementos que componen el frente del edificio se destacan: el balcón unificado
sobre el que apoyan faroles eléctricos, el reloj y especialmente la monumental
farola con su figura femenina, que se constituye, durante los primeros años del
siglo, en símbolo de identidad tanto en la Avenida como en la Ciudad. Dicha
escultura que corona el edificio, obra del escultor Maurice Bouval (1863–1916)
cinco metros de altura y pesa cuatro toneladas y media.
La escultura
es una representación de Minerva (en Roma) o Palas Atenea (en Grecia), diosa de
la Sabiduría y símbolo de la Victoria, la misma que aparece coronando, en otra
versión, la Pirámide de Mayo. Es un primer reconocimiento publico a la mujer, que en la actualidad se consolida con la dedicación de un espacio especifico de la ciudad como lo es Puerto Madero, el espacio público de la mujer.
En 1952 los
avatares políticos llevaron a la intervención del diario y con el pretexto de
que estaba a punto de desmoronarse, fue confinada a un depósito. Fue rescatada
y restituida a su emplazamiento cuando el diario fue recuperado por sus dueños
en 1956.
Un párrafo
aparte merece la vereda de La Prensa, donde las pizarras convocaban al
transeúnte con las últimas noticias y muchas veces, como en los partidos de
fútbol internacionales, se colocaban altavoces en la calle.
Es por todo
ello que se lo puede calificar como un edificio plurifuncional, verdadero
antecesor de los actuales centros culturales.
La luz de la
farola y el sonido de la sirena del diario, durante muchos años anunciaron las
buenas y malas noticias. La sirena, que sonara por primera vez el 29 de julio
de 1900, al conocerse la noticia de la muerte del Rey Humberto I de Italia,
desde entonces sonaría cada vez que algún acontecimiento conmovía al país o
también saludando el paso por la Avenida de Mayo de algún personaje célebre.
SALON DORADO
En el primer
piso del viejo edificio del Diario La Prensa, se encuentra un lujoso Salón que
todavía conserva todo su encanto y su
esplendorosa decoración como los mejores palacios Parisinos, es conocido como
el salón Dorado . En dicho salón el Instituto Popular de Conferencias, que funcionaba
en el diario, organizaba reuniones semanales.
Era el lugar distinguido donde
se presentaban notables conferencias y se lucian las figuras de las artes y las letras del
momento. Lugar donde tenían lugar también grandes conciertos de figuras
nacionales e internacionales de la música.
detalles de la decoración del salón dorado. perfecto estado de conservación |
De la
memoria historica del lugar, la pagina del gobiernos de la ciudad ha realizado
la siguiente síntesis respecto a la decoración y ell mantenimiento del lugar,
la cual cuenta . “Además de un ejército de
artesanos, dos grandes maestros del arte de los argentinos trabajaron en las
pinturas decorativas del edificio: Nazareno Orlandi (1861-1952) y Reinaldo
Giudice (1853-1921). Nacido en Ascoli Picceno, Orlandi llegó a nuestro país en
1889 invitado por su compatriota el arquitecto Francisco Tamburini, para incorporarse
al equipo de trabajo de la Casa de Gobierno. Se había formado en Florencia,
especializándose en las grandes decoraciones. Entre sus obras recordamos las
pinturas de las iglesias El Salvador, San Pedro y santo Domingo, la antigua
Biblioteca Nacional, el Consejo Deliberante y el Cine Gran Splendid, hoy
librería El Ateneo de la Avenida Santa Fe.
En el edificio de La Prensa realizó
las magníficas pinturas de los techos del salón Dorado. Reinaldo Giudice llegó
a América cuando tenía ocho. En Buenos Aires, obtuvo una beca para estudiar en
Italia, eligiendo el taller de Cesare Maccari en Roma. De vuelta a nuestro país
realizó una importante labor docente, fue fundador del Ateneo y uno de los
creadores de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes.
Giúdice fue autor de
paisajes, retratos y grandes composiciones de carácter histórico como “La
presentación de San Martín en el Congreso de 1818”. Sus magníficas grisallas
(pinturas monocromas) decoran el techo de las dependencias del primer piso,
originalmente áreas privadas del Dr. Paz y actualmente despacho del Secretario
del Medio Ambiente de la Ciudad de Buenos Aires.”
Detalle ornamental de exquisito valor artistico, con el escudo de la familia Paz |
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