sábado, 27 de agosto de 2016

SAN ANTONIO DE ARECO, Cuna de la tradición gauchesca

SAN ANTONIO DE ARECO  un pequeña visión de un pueblo grande.

Puente viejo sobre el rio areco como lucía hace unos pocos años atras.
En el noreste de la Provincia de Bs.As. en el km 113 de la ruta 8 se encuentra la ciudad de SAN ANTONIO DE ARECO, un pueblo que hace gala de la tradición criolla, esta rodeada de un paisaje campestre, actividades rurales, hospedaje en estancias, pintorescos almacenes y bares antiguos, históricas pulperías , un destino para disfrutar de un fin de semana diferente, con una oferta hotelera para todos los gustos.


Puente viejo. monumento histórico nacional
Como Pueblo histórico y cuna de la tradición gaucha, esta lleno monumentos y elementos que constituyen un símbolo de identidad, yo para esta ocasión he elejido como símbolo r representativo EL PUENTE VIEJO. Este puente fue construido en 1857, con los fondos reunidos  con la emisión de acciones que fueron tomados por vecinos que constituyeron un cuerpo de administración. Se tiene por cierto que fue el primer puente del país en los que se cobro derecho de peaje.

Pequeño dique sobre el rio Areco
 Funcionaba durante el día y había una casilla en una de sus cabeceras con el guardián que era el cobrador del peaje. Al caer la noche, el acceso era cerrado con cadenas. Varios accionistas donaron sus recaudaciones de inversión a la municipalidad, hasta que en 1858, se entregó la administración del puente al municipio. Este puente construido como se ve en una foto antigua con caña y barro, ha sido reparado y reforzado y luce como se lo ve en la segunda foto.

 A unos 300 metros de su margen se encuentra la recreación y museo de la pulpería La Blanqueada, lugar de aprovisionamiento doméstico y ocio del paisanaje. Del lado opuesto, se encontraba la posta de Don Florencio Moyano, que podía aprontar unos doscientos caballos y en sus fondos funcionaba una tahona y una carnicería.

Esta dio lugar a la formación de un pequeño núcleo urbano con humildes ranchos de adobe y techos de tejas y pajas . Además, el puente está mencionado en el primer párrafo de Don Segundo Sombra, la obra máxima de Ricardo Güiraldes. Él lo describe poéticamente: "En las afueras del pueblo, a unas diez cuadras de la plaza céntrica, el puente viejo tiende su arco sobre el río, uniendo las quintas al campo tranquilo". En el año 1999, la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y

 Lugares Históricos de la Secretaría de Cultura de la Nación declaró al Puente Viejo como Monumento Histórico Nacional junto a:

 El Parque Criollo Ricardo Güiraldes y Museo Gauchesco de la Provincia de Buenos Aires, La Pulpería “La Blanqueada”, la Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua, la casa de la Intendencia Municipal y el casco de la Estancia La Porteña.

La fiesta de la tradición se celebra en  Areco todos los años durante la primer semana de noviembre, dado que el 10 de noviembre se estableció en la Argentina este dia,  en conmemoración de Jose Hernández autor del poema narrativo el Gaucho Martín Fierro, y su continuación La Vuelta de Martín Fierro, que en forma de versos pinta la vida del gaucho argentino. La historia de Areco nos cuenta  además que un día de julio de 1926, salieran de las prensas de Don Francisco A. Colombo, la novela gauchesca "Don Segundo Sombra" de Ricardo Güiraldes.

Así, el Pago de Areco, comenzaba a transitar por los primeros tramos de una huella que desembocaría en la creación del Día de la Tradición.En 1939, ya estaba inaugurado y en funcionamiento el Parque Criollo y Museo. Ese mismo año, por iniciativa del intendente municipal de San Antonio de Areco, Don José Antonio Güiraldes y el gobierno de la provincia de Buenos Aires, Dr. Manuel Fresco, instituyó en su territorio el Día de la Tradición. Una ley ordena su celebración en San Antonio de Areco y Luján. En 1984 la legislatura provincial, agregó un artículo a esa ley y dispuso que San Antonio de Areco sea sede permanente del Día de la Tradición. Durante una semana tienen lugar diversas actividades recreativas,  festival folclórico, desfile de agrupaciones gauchescas, carruajes, bailes criollos, carreras cuadreras, carreras de sortijas y el tradicional asado criollo y las deliciosas empanadas y  coronan la fiesta con la elección de la reina.

 En plena pampa húmeda, San Antonio de Areco exhibe un entorno de verdes llanuras sólo ribeteadas por gauchos, caballos y una que otra construcción que ha sobrevivido al paso del tiempo conservándose en pie. Calles tranquilas, silencio relajante, todo en esta ciudad hace a la estadía apacible y agradable del visitante.


 Almacenes de Ramos Ganécdotas con los lugareños; museos que recuerdan y difunden la historia y la cultura regional; puestos artesanales que exhiben piezas de los más variados materiales y deslumbran por su calidad; San Antonio de Areco es una pintoresca estampa del pasado inserta en el agitado presente como un oasis de descanso. 

A tal punto este pueblo conserva la tradición que el casco histórico  ha sido designado por el gobierno Nacional como “Poblado histórico de interés nacional”. El caso urbano de la ciudad y algunas estancias han sido tomados como set de filmación de innumerables películas.


El antiguo puente que atraviesa el río San Antonio de Areco es conocido como “Puente Viejo”. Fue construido en el año 1857 . Fue uno de los primeros lugares donde se cobraron peajes a las carretas y carruajes por utilizarlo. Fue declarado Monumento Histórico Nacional. En la actualidad el puente es sólo para uso peatonal. Siguiendo el camino a los pocos metros se llega al Parque Criollo Ricardo Güiraldes.


Las pulperías y los almacenes, cariñosamente apodados “boliches”, no son -ni fueron- únicamente lugares donde tomar un trago, jugar al truco y comprar artículos de primera necesidad (a pesar de que en medio del campo solamente eso vale oro). Fueron y siguen siendo el lugar de reunión y de encuentro de pequeñas comunidades rurales. Si visitás San Antonio de Areco, no dejes de pasar por estos recomendados y probar algunos de sus platos y bebidas emblemáticas.    
La Esquina de Mertí

Bar la Esquina de Merti, se encuentra en un lugar privilegiado, frente a la plaza principal en la esquina de Segundo Sombra y Arellano. El local data de 1860, habiendo funcionado como pulpería y almacén de ramos generales. Sus grandes estanterías del piso al techo están repletas de antiguos elemento y mercancías que pertenecieron al viejo almacén.

Entrar en el lugar es entrar en la historia misma de Areco. Podes encontrar centenarias botellas de ginebras, hasta alpargatas. Hoy el local funciona como Bar Restó y los jueves a la noche se suelen reunir los paisanos con sus instrumentos a tocar música folclórica y bailar aun con los visitantes que se animan a participar de la fiesta.

 Aquí la cena es lo de menos, lo importante son las escenas que se viven en cada reunión, y el mágico marco del lugar lleno de antigüedades y de históricos letreros que muestran como era la vida en Areco 100 años antes.

En su interior, todavía conserva el espíritu de viejo bar de pueblo. Los muebles almacenan botellas con bebidas típicas de aquellos años históricos. Sobre la barra del bar descansa una caja registradora y un estaño "mariposa" con su pico de cisne emplumado hecho a mano. También se destacan carteles originales, carameleras y las típicas balanzas "Toledo".

Me impresionó profundamente de este lugar la primera vez que lo ví. Sentí una gran emoción, pensaba que entraba en la historia con solo pasar el umbral de la puerta. Esta sensación se volvió a repetir cuando  visite otros lugares y otros bares y pulpería que producían la mismas sensación de volver al tiempo pasado.

Desde luego algo escondían sus baldosas y sus paredes, y ello eran el paso de la Historia, eso era.este lugar tenía historia, como lo tiene cada casa y cada rincón de Areco.
 La tradición oral cuenta que "Este boliche", como le suelen llamar los lugareños, era el lugar elegido por Don Segundo Sombra, el gaucho del pago de Areco que un día, Ricardo Güiraldes volcó en su novela rural, la misma que recorrió el mundo como idea argentina.

Así fue como  Don Arturo, su actual dueño decidió comprarlo, lo restauró, siempre conservando su espíritu original, viajó por todo el país recopilando antiguos objetos para decorar su interior y le pidió permiso a Don Mertí para usar su apellido.

 "Después de dos años y medio de un intenso trabajo, finalmente, nació lo que hoy se conoce como La Esquina de Mertí. Si pasas por Areco, tenés que hacer una parada en este bar, porque es un lugar de visita obligada como otras de las pulperías descriptas en este blog.

Es clásico ver a los parroquianos  sentarse en  una noche de verano en una de sus mesitas ubicadas en la vereda, tomando  una cerveza y disfrutando la clásica picada con la suave brisas de la centenaria arboleda que rodean el lugar


. El antiguo edificio construido en ladrillo, muestra que se trata de una pulpería y almacén de gran importancia en su época. Hoy, reúne historia, gastronomía y entretenimiento. Su actual propietario, Arturo Manuel Figueroa, lo restauró conservando el aspecto exterior, y lo decoró con miles de reliquias y objetos campestres que fue coleccionado a lo largo de los años.

Además de parrilla, los fines de semana también hay espectáculos de tango y guitarra.He visitado el lugar muchas veces y una oportunidad disfrutamos con amigos de la clásica peña del jueves, donde se baila folclore entre todos los asistentes con la animada compañía de las guitarras, acordeon y bombos, todo es válido a la hora de disfrutar un gran momento.

Bar La Vieja Sodería
Casa de cafe y bar La Vieja Soderia

Este bar le debe su nombre a La Vieja Sodería de Bertola. En la vieja esquina de Bolivar y General Paz funcionaba el depósito, el lugar donde los caballos paraban a tomar agua del jagüel luego de hacer el reparto del día. Aún hoy, permanece intacto en el medio del patio y todos los que se den una vuelta por "La Vieja Sodería" pueden admirar, entre otras cosas,


 los pequeños detalles de la época. Si lo que buscas es comer y tomar algo rico luego de un largo día de recorrido, llegaste a buen puerto.

Qué pedir: para almorzar o cenar el bar ofrece comidas rápidas como distintos tipos de sándwiches, hamburguesas y lomitos. La picada, también, es súper recomendable y nada mejor que acompañarlo con un buena cerveza helada. Para la hora del té hay distintas opciones de café, tostadas y también medialunas.

El elegido: hay tortas para todos los gustos: con crocante de manzana, con frutas secas, de brownies, el clásico lemon pie o el rojel, con mucho dulce de leche.
Dónde: Bolívar 196 y General Paz, San Antonio de Areco.

Contrasta en el lugar la moderna decoración realizada con los antiguos sifones, y tambien el plasma en la pared como simbolos de los tiempos que corren.
Antiguo aljibe del bar actual LA VIEJA SODERIA
Sobre un lateral se encuentran las viejas maquinas de llenar los sifones de vidrio, y un viejo algibe que aún mantiene su estructura, según los comentarios era el patio donde los carruajes ataban sus caballos, mientras esperaban la entregfa de los sifones.

El boliche de Bessonart . Una pulpería histórica

En esta antigua casona de ladrillo, la luz entra por las grandes puertas de madera y vidrio. El piso es de ladrillo y los estantes están recargados de viejas botellas. Justo arriba de la clásica pileta de estaño, el ojo atento puede observar un par de pistolas de colección que nos retrotraen a las riñas de otros tiempos.

Detrás de la barra, antiguas heladeras enchapadas en madera oscura y un gran mueble estante que muestra un popurrí de objetos de todo tipo, signo inequívoco de que estamos en un boliche de verdad. Los paisanos están sentados en las sillas de hierro, en las banquetas de madera o apoyados en la gran barra consumiendo su vermú o su cervecita, mientras que los visitantes de los fines de semana saborean con gusto y con los ojos llenos de alegría la sabrosa picada de la casa.

En la esquina de las calles Don Segundo Sombra y Zapiola a una cuadra de la plaza principal, se levanta este edificio de dos planta y  paredes descascaradas, un edificio con más de doscientos años de historia. Antiguamente era un almacén de ramos generales hasta que un buen día Augusto Bessonart decidió convertirlo en lo que, actualmente, se conoce como "El boliche de Bessonart" , el punto de encuentro de todos los paisanos de Areco.

La idea de su propietario era conservar la arquitectura original del edificio, lo que no resultó fácil por la fragilidad de la construcción, que estaba al borde del derrumbe, por los cual se reforzaron y apuntalaron sus paredes  y el edificio conservando su arquitectura original pudo seguir funcionando sin peligro para los visitantes. Por lo tanto el arreglo  conservó  las viejas paredes, los muebles y los adornos de la época. Según cuenta la leyenda oral , este era el boliche preferido de Don Segundo Sombra y de Victorino Nogueira, el último resero famoso de Areco.

 Pero quizá, una de las más notorias visitas históricas, es la presencia de Carlos Gardel en lugar, que era un lugar reconocido en su época cuando Gardel se alojó el La Porteña., en su paso por la ciudad. No se encuentran registros o fotografías de estas afirmaciones, pero la tradición oral es ley y tenemos que tomarla como tal., porque visitando hoy el lugar es fácil comprender que seguramente si Gardel paso por el lugar debió pasar por la Pulpería mas reconocida del lugar.

En el interior, los cuadros dan cuenta de algunos de estos relatos. De un lugar que .es la historia viviente de un pasado centenario.
Como todo bar de histórico, hacen gala de  su excelente picada, por la calidad de los fiambres y por su abundancia. acompañada por un rico pan casero . Siempre fue un lugar convocante de amigos que se reunían para tomar algún trago generalmente de ginebra y jugar a las cartas, tal como la actualidad que  es visitado por amigos,  salvo que cambiaron los tiempos y con ello algunos hábitos, ya no se toma ginebra sinó fernet con coca cola.

 El bar de  Bessonart . dicen  los entendidos que combina a la perfección las medidas de ambas bebidas con el cual  trago conserva el mismo sabor de principio a fin..
En las fiestas patrias el boliche realiza una guitarreada con todos los paisanos del lugar. En la puerta se pueden ver atados a los palenques las tropillas de caballos vestidas de punta en blanco para la ocasión

BAR MITRE Bar histórico

 En la esquina de la histórica plaza de Areco se encuentra el Bar Mitre, un letrero aclara EL Mitre Bar Histórico, allí se sirven picadas como todo bar de Areco que se precie de tal y también hacen riquísimas pizzas, y por supuesto no faltan las milongas o los conjuntos folclóricos que amenizan el momento de la cena.

La decoración es sencilla pero se lleva bien con el nombre, porque desde el mobiliario hasta los objetos de adorno son piezas historica. Un hermosa caramelera de vidrio todavia resiste el paso del tiempo.

En el lugar poder tomar Cerveza Artesanal Old Mule o bien cargas un porron y llevarlo a tu casa Ahora se puede comprar el botellón y cargarlo con la variedad de cerveza  que mas te guste y después podes venir a recargarlo cuantas veces quieras
Antiguo bar EL MITRE, Para un moderno menú sin TACC
. El bar ofrece al visitante un varieté de tipo vocaciónal  que ameniza la reunión.


Almacenes de anticuarios 

Casa de antiguedades. de Areco

No hay lugar que se precie de tradicionalista si no tiene un almacen o negocio de anticuarios. Hay por cierto en Areco, muchos lugares donde podemos encontrar de los mas diversos objetos antiguos, tanto de campo como elementos de usos domesticos.

 Viejos faroles, elementos de antiguas calecitas que fueron desmanteladas, podemo ver los clásicos autitos y caballitos.

Antiguas balanzas granatarias con pesas, y balanzas de resortes. Ruedas de carros, y esculturas, todo se mezcla en un mismo almacen es como un lugar donde se desordenó la historia y no te alcanza la vista para identificar tantos elementos dispares.

Cada casa de anticuarios es una caja de pandora, cuando ingresa en ella podes encontrar insolitos elementos que esperan ser rescatados para reciclarlos y darle una nueva vida en los tiempos modernos.

 Como todo galpón de antigüedades los elementos no se exhiben, solo se acumulan en forma desordenada, constituyendo una invitación a lograr descubrir elementos antiguos cubiertos de polvo para darle al lugar la certeza que todo lo expuesto es verdaderamente una pieza única, que te espera a ti para que la rescates del olvido.

Platería

Los artistas plateros son en su mayoría de formación autodidacta, y sostienen la tradición y su trabajo trasmitiendo el oficio a las nuevas generaciones. Hay muchos plateros, todos realizan trabajos increíbles sobre todos en la decoración de mates y cuchillos, que constituyen verdaderas piezas únicas

Destaco uno de los mas conocidos que es el taller de los Hermanos Draghi frente a la plaza principal.
Juan José Draghi da sus primeros pasos en Orfebrería en la década del sesenta alentado por un fuerte impulso vocacional, un gran dominio técnico del oficio aprendido solo por la experiencia de la práctica, la intuición y un genio creativo que lo consagro como el Refundador de la Platería Tradicional Argentina.
Plateria de Draghi

 Con el paso del tiempo, la platería artesanal fue perdiendo peso, y el espacio dejado fue ocupado con la industrialización en serie en gran escala y menor costo. Pero con la industrialización se perdido la característica principal de este arte., que es la constituirse en pieza única.
Platero Draghi en su taller de orfebre.

La familia Draghi cuenta que como una mandato visionario, Ricardo Güiraldes, dejo para la posteridad la tarea de preservar intacto el espíritu gaucho de una época, encarnado en su inmortal, Don Segundo Sombra. Su obra reclama el compromiso de guardar un patrimonio de nobles tradiciones que se transmiten de generación en generación.

 Por este motivo  Juan José Draghi, defensor a ultranza de estos valores, comenta que el se hizo platero porque nació  en Areco. Dando un testimonio mas que Areco es sin duda la cuna de la tradición argentina.

Draghi  inicio su carrera como platero en forma autodidacta realizando un profundo estudio sobre usos y costumbres nacionales e inspirándose en las piezas antiguas que se exhibían en el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes tratando de recrearlas,  sin duda estaba dotado de un gran poder creativo porque mejoró y recreó nuevas técnicas en el manejo de la platería.

 Es tan grande su desarrollo que traspaso las fronteras de Areco y fue reconocido internacionalmente. Cada una de sus piezas son una joya única, y ha construido un legado artístico que se proyecta ya como de alto valor histórico y cultural.  En la actualidad  toda la familia ha tomado la posta inicial y son los continuadores de la tradición artesanal familiar que mantienen el taller con el mismo espíritu de construir cada dia una pieza única de alto valor artístico.
como solo lo logran los grandes artistas que ostentan la capacidad de encontrar en sus manos el medio para plasmar el lujo de su imaginación.

El taller de Draghi ha sido merecedor de importantes reconocimientos, entre otros el de la Secretaria de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que realizo una muestra retrospectiva de 30 años de su labor, en el año 1994, en el Museo de motivos Argentinos José Hernandez titulada “Draghi el platero de Areco”. La gran repercusión de esa muestra impulsa a la Fundación del Banco Mercantil a trasladar la colección al año siguiente a la Embajada Argentina en París.
Sala de exposicion de trabajos con artesanias de plata

En 1998, el Foro Nacional de la Tradición otorgo a Draghi el Santos Vega a la mejor Platería Gauchesca del País.  Draghi fue sin dudas el refundador en la década del 60 de la platería gauchesca tradicional, que estaba prácticamente en el olvido. La gente le llevaba piezas antiguas para reparar y así fue aprendiendo la técnica y la historia

 Es un taller que es visitado por ilustres personalidades internacionales, asi también  este taller ha realizado piezas únicas para Juan Pablo II, Ronald Reagan, George Bush y Felipe González, por solo mencionar algunas de la larga lista.
Paradores de Draghi, en San Antonio de Areco
La familia comparte la actividad del taller con la administración un pequeños hotel boutique, llamado los paradores de Draghi, que están construidos con el mismo enfoque del espíritu platero, es un lugar agradable con un trato cordial y pocas habitaciones ambientadas con un muy buen gusto y alto confort.

Alojarse en este lugar permite tener una experiencia turística diferente, porque  sus pocas habitaciones y su desayuno en la cocina salón permiten tener la sensación de vivir en una casa de fin de semana.
Cada dormitorio del parador de Draghi tiene una decoración especifica-.


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