LA ESCULTURA OLVIDADA DE RODIN En Buenos Aires
La escultura de Sarmiento hecha por Rodin
fue la obra mas polémica de siglo XX, es la única obra original que se
encuentra en el Parque 3 de febrero en Palermo, frente al monumento a los
españoles. La obra le fue encargada en Francia cuando se encontraba en pleno
esplendor de su carrera, sin embargo fue tan polémica que Rodin estuvo a punto
de cambiar a cabeza de Sarmiento que por cierto, no se le parece en nada y ello
contradecía los principios estético del arte en ese momento. Nadie podía
imaginar en ese momento que esta obra marcaria un cambio profundo en el arte
neoclásico dando lugar al nacimiento del arte moderno.
Una obra tan de vanguardia que no podía ser
entendida por los porteños ilustrados del aquel momento y creó una polémica
generalizada, Rodin rompía los cánones clásicos donde los monumentos debían
ser una copia fiel de la realidad con una escultura reconocible a simple
vista, con un mensaje y una alegoría de
fácil entendimiento y con la identificación del personaje
representado. Era como una fotografía en tres dimensiones.
Al descubrir el
monumento se encontraron con un escultura llena de simbolismo y mensajes que
apuntaban a resaltar los valores culturales, psicológicos, pero no
físicos. El monumento no representa físicamente la figura de Sarmiento pero si
su personalidad.
El Sarmiento de bronce que hoy está subido a un pedestal, se encuentra frente
al monumento de los españoles como ya mencione en el parque Tres de Febrero que
debe su nombre a la conmemoración de la Batalla de Caseros, librada el 3 de
febrero de 1852, y la consecuente expulsión de Rosas del poder.
El monumento fue encargado por iniciativa de Enrique Schiffino y Miguel
Cané, para la ciudad de Buenos Aires directamente a
Rodin, en el año1894, unos seis años después de la muerte del prócer argentino.
En el contrato se pactó la realización de una figura en bronce, de 2
metros de alto, sobre un pedestal de 5 metros, a un costo de 75.000 francos que
se pagarían en seis cuotas. Se acordó un tiempo de ejecución de tres años y
medio -que se extendió, como era costumbre en Rodin- y se aseguró la
"libertad de creación" para el artista, como era costumbre en los
artistas consagrados de Europa.
Asi en la celebración del 25 de mayo de 1900, con la presencia del presidente Julio A. Roca, y varios ministros, funcionarios, diplomáticos y una concurrencia de curiosos que los diarios calcularon más de 150.000 personas se descubrió solemnemente la estatua de Sarmiento. Para el momento histórico era una multitud impresionante que estallo en aplauso el descubrimiento de la escultura pero al ver la imagen de ese Sarmiento son un rostro aguerrido, desafiante mirando al futuro y sin ningún parecido con el original, hizo que los aplausos se transformaran en sorpresa primero e indignación después, hasta se quisieron realizar actos de vandalismo. Hoy la escultura después de más de 100 años del acto pasa desapercibida y podríamos decir casi ignorada para la mayoría de los porteños, que ni siguieran saben de quien se trata.
"Es difícil concebir algo más feo, vulgar, casi repulsivo y, por lo
tanto, menos parecido a Sarmiento que el perfil de su estatua (...). Sarmiento
era feo, pero no tenía un cráneo de degenerado ni era su cabeza la de un
notario o la de un farmacéutico de aldea", comentó LA NACION, sin eufemismos, tras el escándalo. La oposición fue
tal que dos días más tarde el pedestal -que tiene a Apolo luchando con una
hidra de un lado y un escudo nacional del otro- amaneció cubierto de leyendas,
como se ve el vandalismo actual con las escultura es una conducta heredada. Se habló de
trasladar el monumento a un museo y hasta de recaudar fondos para realizar otro
o cambiarle la cabeza, porque la escultura no era Sarmiento.
El autor del monumento a Domingo Faustino Sarmiento Augusto Rodin, quién revolucionó el arte
escultórico a fines del siglo XIX. Rodin expresaba: “para mí la escultura moderna no
debe ser una imitación de la fotografía. El artista no solamente tiene que
trabajar con su mano, sino, sobre todo, con su inteligencia” Rodin dicen los críticos de arte tenia
obsesión por retratar el espíritu de sus personajes, mas que su apariencia
física. Fue sin duda un artista revolucionario, que produjo un cambio en los
conceptos estéticos y culturales del arte, y podemos decir que esta obra marca
el inicio de esa etapa.
Miguel Ruffo
describe de una manera magistral estas controversias de Rodin y de su espíritu
polémico, para representar a un prócer no menos polémico como fue Sarmiento,
también describe de una manera muy didáctica los símbolos de la alegoría que
acompañan al pedestal que esta montado sobre una base de granito rojo de
Olavarria. Es interesante para poder entender el porqué de la escultura que
marco un cambio en el arte. Al respecto escribe
“Buenos Aires
desde los orígenes del arte argentino. Así, a nuestros primeros retratistas, no
se les exigía vuelo estético en la composición del retrato, sino parecido
físico entre el representado y su representación. Lo dicho para la pintura,
vale también para la escultura. Podemos decir que la obra de Augusto Rodin
irrumpió con el modernismo, en un medio escultórico local, donde lo dominante
era el arte clásico o neoclásico. “Eduardo Schiaffino fue el defensor de Rodin
y de su monumento […] trató de explicar la obra del escultor al público y al
gobierno nacional, la justificaba
porque era la expresión de un arte nuevo,
reflejo de la modernidad.” (3). El monumento a Domingo Faustino Sarmiento fue
inaugurado el 25 de mayo de 1900 y se lo emplazó en el Parque 3 de Febrero
(Palermo). Es una figura de bronce, en la que el personaje está envuelto en una
capa, en actitud de avanzar. Se apoya en un basamento en cuyo frente vemos un
relieve de Apolo y una serpiente; mientras en la parte posterior se encuentra
el escudo nacional. ¿Cuál es el simbolismo que se desprende de estas figuras y
cómo se relacionan con Sarmiento? Apolo es una de las divinidades olímpicas, parte del ciclo o la era de Zeus, y representa la luz. Esta a su vez simboliza el pensamiento; recordemos al respecto que el siglo XVIII es denominado El Siglo de las Luces y su filosofía dominante, el iluminismo o la Ilustración, se encuentra en la génesis de la Revolución Francesa de 1789 y en la prolongación de la época burguesa al Río de la Plata con la Revolución de Mayo. La luz, el pensamiento, la razón; en oposición a la religión y el clericalismo. ¿Y a la serpiente, qué? Pensamos que esta serpiente
Si polémico es
Sarmiento como intelectual, si polémico es su monumento, no menos polémico es
el lugar donde se lo emplazó: en las que fueron las mismísimas puertas de la
Casa de Juan Manuel de Rosas en Palermo. Sarmiento fue uno de los más acérrimos
rivales de Rosas cuando éste
se desempeñó como gobernador de la Provincia de Buenos Aires; una de las obras de Sarmiento es “Facundo. Civilización y Barbarie” donde la figura de Facundo se convierte en el pretexto para atacar al gobierno de Juan Manuel de Rosas. Lo que en Facundo era instintivo y emocional, en Rosas se convertía en un frío cálculo racional. Pues bien, los hombres de la Organización Nacional, asentaron a ésta en la derrota de Juan Manuel de Rosas en la batalla de Caseros en 1852 y como queriendo borrar el recuerdo de este gobernador, Palermo se convirtió en el Parque 3 de Febrero (día de la batalla de Caseros); posteriormente la Casa de Rosas fue dinamitada y desapareció del paisaje urbano. Y poco después como reforzando estas operaciones simbólicas se implanta el monumento de Domingo Faustino Sarmiento allí donde se levantaba la célebre casa del Restaurador de las Leyes. Finalmente digamos –que con el paso de décadas de historia, con sus luchas y avatares–, hoy en diagonal a la obra de Rodin, está emplazado el monumento a Juan Manuel de Rosas, como una ironía de la historia, para quien fuera su más enconado rival.
se desempeñó como gobernador de la Provincia de Buenos Aires; una de las obras de Sarmiento es “Facundo. Civilización y Barbarie” donde la figura de Facundo se convierte en el pretexto para atacar al gobierno de Juan Manuel de Rosas. Lo que en Facundo era instintivo y emocional, en Rosas se convertía en un frío cálculo racional. Pues bien, los hombres de la Organización Nacional, asentaron a ésta en la derrota de Juan Manuel de Rosas en la batalla de Caseros en 1852 y como queriendo borrar el recuerdo de este gobernador, Palermo se convirtió en el Parque 3 de Febrero (día de la batalla de Caseros); posteriormente la Casa de Rosas fue dinamitada y desapareció del paisaje urbano. Y poco después como reforzando estas operaciones simbólicas se implanta el monumento de Domingo Faustino Sarmiento allí donde se levantaba la célebre casa del Restaurador de las Leyes. Finalmente digamos –que con el paso de décadas de historia, con sus luchas y avatares–, hoy en diagonal a la obra de Rodin, está emplazado el monumento a Juan Manuel de Rosas, como una ironía de la historia, para quien fuera su más enconado rival.
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