lunes, 15 de agosto de 2016

CASA DE LA CULTURA. de Buenos Aires. Ex Diario La Prensa

CASA DE LA CULTURA. de Buenos Aires. Ex Diario La Prensa

Un nuevo destino para el palacio insignia en tiempos del centenario de Argentina Casa de la cultura, es el destino actual del viejo edificio del diario La Prensa. 


El edificio en si mismo es una reliquia arquitectónica y una verdadera obra de arte.  La Casa  de la Cultura abre al público un edificio que hasta hace unos años atrás funcionaba como la redacción del diario La prensa. Gracias a este nuevo uso, en el lugar se producen  cientos de eventos culturales que van desde  exposiciones de pintura y espectáculos musicales  a conferencias , congresos y reuniones de intelectuales y académicos.  Un lugar muy especial se encuentra en el primer piso donde podemos ver el todavía vigente  Salón Dorado y lo que fuera el  despacho del Director
detalle de la decoración del techo de uno de los salones 
  del diario, existen pinturas murales en casi todos las paredes del Palacio, y que en muchos casos fueron cubiertas por varias manos de pintura lisa, por lo hoy  en dia se esta trabajando en su recuperación con un equipo de especialistas  en restauración. En las visitas guiadas al lugar se pueden observar además  que  el salón posee  tres grandes paneles con telas pintadas, que relatan la vida de



Ester, quien según el Antiguo Testamento, refiere una liberación de la nación por medio de una mujer. En el mismo salón se encuentra en una pared un bajorrelieve de figuras apocalípticas que anuncian una revelación: la letra “P”, que según la leyenda representa la cuatrilogia de P de la palabra, P de paz, P de la  prensa,y P de periodismo. La descripción del sitio
Detalle del piso original con la P de Paz, Prensa,Periodismo, y la Palabra.
aclara además que  Apocalipsis quiere decir revelación.  Según se cuenta que en la Revolución Francesa sentían vivir en tiempos apocalípticos. La revelación era el ideal teológico revolucionario de “la igualdad del hombre”. El salón representa un templo laico consagrado a la igualdad del hombre a través del saber y las artes de la paz.

 Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1995 y el Gobierno de la Ciudad está llevando a cabo actualmente la refuncionalización de sus dependencias para convertirlo en un gran centro cultural. En el primer piso también se encuentra el Pasaje Ana Díaz, vía de comunicación con el Palacio de Gobierno de la Ciudad. 

Este espacio se utiliza como sala de exposiciones de artes, como la pintura y la fotografía. Los subsuelos del edificio, donde antes estaban los talleres para imprimir el diario, se han convertido también en salas de exposiciones.

Curiosidades históricas del lugar
El diario “La Prensa”, además de editar un periódico, tenía una biblioteca con más de 80.000 volúmenes, que llegó a inaugurar una sede en París y en distintos barrios porteños, consultorios médicos y odontológicos, estudio jurídico, escuela de música y un departamento para huéspedes ilustres donde se alojaron, entre otros, el músico Giácomo Puccini, en 1905, cuando visitó Buenos Aires con motivo del estreno de su ópera “La Bohéme”.


Entre los elementos que componen el frente del edificio se destacan: el balcón unificado sobre el que apoyan faroles eléctricos, el reloj y especialmente la monumental farola con su figura femenina, que se constituye, durante los primeros años del siglo, en símbolo de identidad tanto en la Avenida como en la Ciudad. Dicha escultura que corona el edificio, obra del escultor Maurice Bouval (1863–1916) cinco metros de altura y pesa cuatro toneladas y media.

La escultura es una representación de Minerva (en Roma) o Palas Atenea (en Grecia), diosa de la Sabiduría y símbolo de la Victoria, la misma que aparece coronando, en otra versión, la Pirámide de Mayo. Es un primer reconocimiento  publico a la mujer, que en la actualidad se consolida con la dedicación de un espacio especifico de la ciudad como lo es Puerto Madero, el espacio público de la mujer.
En 1952 los avatares políticos llevaron a la intervención del diario y con el pretexto de que estaba a punto de desmoronarse, fue confinada a un depósito. Fue rescatada y restituida a su emplazamiento cuando el diario fue recuperado por sus dueños en 1956.
Detalle de los tubos por donde transportaban en forma neumática información y papeles escritos

Un párrafo aparte merece la vereda de La Prensa, donde las pizarras convocaban al transeúnte con las últimas noticias y muchas veces, como en los partidos de fútbol internacionales, se colocaban altavoces en la calle.

Es por todo ello que se lo puede calificar como un edificio plurifuncional, verdadero antecesor de los actuales centros culturales.
La luz de la farola y el sonido de la sirena del diario, durante muchos años anunciaron las buenas y malas noticias. La sirena, que sonara por primera vez el 29 de julio de 1900, al conocerse la noticia de la muerte del Rey Humberto I de Italia, desde entonces sonaría cada vez que algún acontecimiento conmovía al país o también saludando el paso por la Avenida de Mayo de algún personaje célebre.

SALON DORADO

En el primer piso del viejo edificio del Diario La Prensa, se encuentra un lujoso Salón que todavía conserva todo su encanto y  su esplendorosa decoración como los mejores palacios Parisinos, es conocido como el salón Dorado . En dicho salón el Instituto Popular de Conferencias, que funcionaba en el diario, organizaba reuniones semanales.

 Era el lugar distinguido donde se  presentaban notables  conferencias y se lucian  las figuras de las artes y las letras del momento. Lugar donde tenían lugar también grandes conciertos de figuras nacionales e internacionales de la música.

detalles de la decoración del salón dorado. perfecto estado de conservación
De la memoria historica del lugar, la pagina del gobiernos de la ciudad ha realizado la siguiente síntesis respecto a la decoración y ell mantenimiento del lugar, la cual cuenta .  “Además de un ejército de artesanos, dos grandes maestros del arte de los argentinos trabajaron en las pinturas decorativas del edificio: Nazareno Orlandi (1861-1952) y Reinaldo Giudice (1853-1921). Nacido en Ascoli Picceno, Orlandi llegó a nuestro país en 1889 invitado por su compatriota el arquitecto Francisco Tamburini, para incorporarse al equipo de trabajo de la Casa de Gobierno. Se había formado en Florencia, especializándose en las grandes decoraciones. Entre sus obras recordamos las pinturas de las iglesias El Salvador, San Pedro y santo Domingo, la antigua Biblioteca Nacional, el Consejo Deliberante y el Cine Gran Splendid, hoy librería El Ateneo de la Avenida Santa Fe. 

En el edificio de La Prensa realizó las magníficas pinturas de los techos del salón Dorado. Reinaldo Giudice llegó a América cuando tenía ocho. En Buenos Aires, obtuvo una beca para estudiar en Italia, eligiendo el taller de Cesare Maccari en Roma. De vuelta a nuestro país realizó una importante labor docente, fue fundador del Ateneo y uno de los creadores de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. 


Giúdice fue autor de paisajes, retratos y grandes composiciones de carácter histórico como “La presentación de San Martín en el Congreso de 1818”. Sus magníficas grisallas (pinturas monocromas) decoran el techo de las dependencias del primer piso, originalmente áreas privadas del Dr. Paz y actualmente despacho del Secretario del Medio Ambiente de la Ciudad de Buenos Aires.”
Detalle ornamental de exquisito valor artistico, con el escudo de la familia Paz

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Dejá tu comentario.