viernes, 30 de mayo de 2014

CATEDRAL DE CORDOBA, La 4° maravilla artificial de la ciudad

CATEDRAL DE CORDOBA. La otra maravilla colonial
Catedral de Córdoba la 4° maravilla artificial  de la ciudad


 La catedral de la ciudad de Córdoba se encuentra en el núcleo histórico de dicha ciudad, que coincide prácticamente con el centro geográfico de la ciudad; su ángulo sureste da a la esquina de las calles Independencia y 27 de abril. Es el corazón del centro histórico. Las manzanas  Jesuíticas no solo son una muestra del arraigo religioso, son también una muestra del enorme poder  económico y político de Córdoba desde sus inicio, y por sobre toda las cosas son un legado cultural y artístico de gran valor, razón por lo cual todos sus edificios

fueron declarado de interés histórico y cultural.
He tomado la catedral como un gran patrimonio, pero cada una de las iglesias edificios públicos incluyendo la Universidad son dignos de admiración y es importante también visitarlos porque conservan gran parte de la historia de nuestro país.

La Catedral de Córdoba ocupa la amplia manzana que se encuentra frente a la Plaza San Martín (antigua Plaza Mayor), por su costado norte la gran iglesia se halla separada del Cabildo por un antiguo callejón llamado Santa Catalina, la 

parte posterior del templo da a la 
pared lateral de la catedral se ven los materiales de constr
calle Rivera Indarte, su fachada principal está orientada hacia el este-sur-este, lo cual es singular en las iglesias de su época ya que debían tener el altar mayor orientado hacia Jerusalén (en este caso, debería estar hacia el noreste, aunque se encuentra hacia el noroeste).
A las espaldas de la entrada principal, en la parte posterior de la Catedral se ubica la pequeña aunque histórica Plazoleta  en homenaje al Fundador  de Córdoba don Jerónimo Luis de Cabrera,  escultura  realizada en bronce

patinado que representa a Jerónimo Luis de Cabrera, en su figura de pie. Estos grandes edificios coloniales, y por supuesto también la catedral tienen calles de adoquines de piedra y en la misma con piedras blancas se reflejan las siluetas de los edificios como si fuera su sombra proyectada al atardecer.
Los entendidos nos dicen que no podemos hablar de un estilo definido y único de este lugar histórico de Argentina. En su frente, no hay unidad de estilo, por haber intervenido distintos alarifes ( antiguo vocablo árabe hispánico,
Centro del Crucero de la Catedral de Có
para decignar un experto en este caso un experto en grandes construcciones, viene a ser como un Maestro Mayor de Obras), pero debemos admitir que es un magnífico y grandioso monumento, único en nuestro país.
El Arq. Jaime Roca, define de una manera académica los distintos estilos, al respecto dice  “el pórtico pertenece al renacimiento clásico.  Las torres y cúpula son de un acento puramente barroco, con elementos indígenas en la decoración,  mientras que los torreones de la cúpula le dan un carácter románico

español.   
vista de las torres y cúpulas de la Catedral
En las torres y en la cúpulas se advierte el arte indo americano”.El cimborrio es obra de fray Vicente Muñoz o.f.m., natural de Sevilla (España), iniciado en 1754 y terminado cuatro años después.  Es barroco y todo un símbolo de la Córdoba cristiana y católica.  Su composición es muy rica.  Termina en la linterna, con un capulín bulboso y sobre el mismo, una aureola radiante que encierra un cáliz, todo coronado por la Cruz.
plazoleta en homenaje al fundador de Córdoba. fondo de la Catedral

Las dos torres, concluidas en 1770, atribuidas a José Rodríguez, destacan los ángeles indígenas.  Entre ellas está emplazado el “Cristo Redentor”, traído de Francia y colocado en 1901.Sobre las falsas ventanas frontales, las “veneradas”, símbolo de los peregrinos, algo rústicas y tal vez indígenas.  Detrás del frontón del pórtico, aparece el piñón de la nave, con su magnífica arquería calada. rico construido a lo largo de tantos años con materiales que de la zona.
Es así, la catedral fue construida con materiales de la zona,  con escasa tecnología y con pocas herramientas. Es una obra descomunal que ubicada en su época 1580 hace mas de 400 años, adquiere su verdadera significación, un templo  una obra de arte un edificio hecho a mano y pensado para toda la vida. Es un legajo de cuatro siglos , que hoy podemos admirar, pero no solo es esta joya arquitectónica, que es la cuarta maravilla artificial de Córdoba las que nos dejaron, también nos están diciendo que aun con poco podemos lograr el sueño de construir un gran país.  Lo cierto que la Catedral esta de pie,  para decirle al mundo que la eternidad existe.       ARTURO

Hay muchos folletos e información en internet  respecto de las maravillas de Córdoba y de la Catedral con detalladas referencias histórica, por lo cual he efectuado un resumen acotado de las dos páginas más interesantes que son las de Wikipedia, y el sitio oficial de la Catedral que además ofrece una interesante visita virtual, muy ilustrativa para aquel  que no puede viajar.

Frente de la Catedral de Cordoba
La edificación de la Catedral propiamente dicha fue iniciada en el año 1580 con el nombre -que aún lleva- de Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. En 1598 el alfarje o maestro mayor de obras Gregorio Ferreira y el cantero Juan Rodríguez emprendieron la construcción del edificio con materiales lo suficientemente sólidos (piedra, ladrillos y cal como se puede ver en las paredes de grueso espesor que han sido restauradas en su costados. El espesor de estas paredes tenia que ver con la necesidad de construir paredes portantes para sostener los pesados techos y cupulas superiores, a la vez que servían de aislantes acústicos y térmicos). En ",(las clásicas tejas coloniales o tejas españolas tiene ese formato semi cilíndrica porque las tejas inicialmente se fabricaban manualmente colocando la arcilla  sobre el muslo de las personas que cumplían una suerte de molde. Por ello no cualquier persona podía fabricarlas por una razón de uniformidad de los tamaños.)
Pórtico de entrada a la Catedral de Córdoba
La dirección de la obra fue poco después encomendado al arquitecto granadino Ricardo González Merguete quien efectuó diversos planos; las obras cobraron fuerte impulso merced a los arquitectos y jesuitas. Gian Battista Primoli quien diseñó el plano principal de la planta que conforma como toda iglesia clásica de la época una cruz latina de tipo basilical, siguiendo asi el modelo de la casi coetánea iglesia jesuítica de Il Gesù que se encuentra en Roma.  Asi después de mas de un siglo de sus inicio, en 1706 la catedral fue
oficialmente consagrada como tal
1601 el carpintero Mateo Domínguez se tomó el trabajo de realizar una armadura de listones y vigas para el techo mientras que Hernando Álvarez fue comisionado para que supervisara la fabricación de 30.000 tejas "musleras
Posteriormente el franciscano fray Vicente Muñoz diseñó y dirigió la construcción de la magnífica gran cúpula con cimborrio. Durante los dos primeros siglos de su edificación trabajaron en la obra muchos aborígenes procedentes de las estancias jesuíticas, varios de estos
aborígenes eran extraordinarios artesanos y dejaron su huella en muchos de los detalles barrocos de esta catedral.
La fachada fue diseñada y concluida por Andrés Blanqui (originalmente Andrea Bianchi) en 1729.
El 18 de mayo de 1758 la edificación ya estaba prácticamente concluida, con las naves, el nártex, la gran cúpula, los cruceros, y el gran pórtico de tipo neoclásico antecedido por una amplia escalinata y cerrado por un artístico portal de hierro forjado, trabajo exquisito de herrería en el cual se
pueden observar las siluetas de san Pedro y san Pablo, aunque las dos grandes torres-campanario recién fueron acabadas en 1787. La gran puerta de entrada, al igual que la sillería del coro en torno del altar mayor son obras jesuíticas talladas en cedro misionero. El reloj de la torre es un regalo que a fines de siglo XIX realizó el ferrocarril inglés.
En 1901 fue añadida la estatua del Cristo Redentor en la cima de la fachada, tal escultura fue forjada en la fundición de Paucelae Coquet de París, Francia.
detalle del portón de madera de la Catedral de Córdoba
Entre 1900 y 1914 el pintor y arquitecto catamarqueño radicado en Córdoba Emilio Caraffa hizo unos ligeros retoques (prácticamente sólo refacciones italianizantes muy bien logradas), entre los que se destacan algunas pinturas interiores al fresco y los dos vitrales principales en la bóveda: el primero representa a la Resurrección de Cristo, el segundo al Sagrado Corazón otras pinturas al fresco fueron realizadas en los años 20 del s. XX por Carlos Camilloni y Manuel Cardeñosa.
Como curiosidad cabe señalar que el
detalle de la reja principal de entrada a la Catedral
tramo de calle que separa a la Catedral de Córdoba de la Plaza San Martín está peatonalizada desde el último cuarto del siglo XX y en las baldosas de dicho tramo peatonal existe un estilizado diseño que reproduce el aspecto del frente de la catedral.
Desde el año 2007, la Catedral de Córdoba fue restaurada y pintada a nuevo en sus cuatro fachadas. Para navidad de 2009 se inauguró parcialmente la fachada principal. Su restauración finalizó en el 2010 para los festejos del Bicentenario de Argentina.
Si el exterior de esta iglesia es majestuoso, su interior le va a la par: la gran nave central techada con una alta bóveda de cañón corrido se encuentra profusa y armoniosamente exornada por gran cantidad de molduras talladas en madera y doradas -muchas de ellas a la hoja de oro-, el altar mayor hace un equilibrado juego con las elevadas columnas y las esculturas antiguas que representan a varios santos del catolicismo. Tales esculturas, cada una por separado, resultan ser valiosas obras de arte (muchas de ellas son articuladas y se encuentran literalmente vestidas con suntuosos ropajes).
Torreo del reloj ferroviario. Catedral de Córdoba
La luz del sol ingresa principalmente por una serie de profundos lunetos ubicados en la bóveda de la nave central. La mencionada nave central de tipo basilical se encuentra sobre elevada respecto a las dos naves laterales de las que se encuentra separada por altas y anchas columnas en gran parte doradas, en el palco ubicado sobre el nártex se encuentra un órgano de viento.
En cuanto a las torres principales, estas poseen carillones, la torre ubicada en el ángulo sudeste está dotada de un gran reloj. En las esquinas de las torres se pueden observar, esculpidas, curiosas
Cristo con su cruz. Catedral de Córdoba
figuras en actitud de tocar trompetas y vestidas con atuendos indígenas.
A poco de franquear el pórtico el visitante ingresa al amplio nártex donde se encuentran los sarcófagos en los cuales yacen los restos de José María Paz y su esposa Margarita Weild, también se encuentra la urna que guarda los restos del dean Gregorio Funes, en las criptas yacen los restos del obispo Hernando de Trejo y Sanabria -primer rector de la primera universidad argentina: la actualmente llamada UNC- y de Fray Mamerto Esquiú, el 7 de noviembre de 2011 fueron trasladados los presumibles
interior catedral de Córdoba
restos de Juan Bautista Bustos desde la iglesia de Santo Domingo en la ciudad de Santa Fe a la ciudad de Córdoba y depositados con honores en la iglesia catedral.
El gran altar mayor está en gran parte primorosamente realizado con plata repujada procedente del Alto Perú.
El domo o gran cúpula se ubica en la intersección de la nave central con el crucero. Lo primero que llama la atención son las proporciones de su cimborrio y su elaborada decoración. Es un domo imponente por su elevación y por la audacia conceptual con la que fue realizado: se encuentra (que estructuralmente cumplen las funciones de refuerzos).
silla de los prelados
flanqueado por cuatro torrecillas octogonales
En el cimborrio,( construcción en forma de torre o cúpulas de las iglesias)  desde abajo y hacia arriba se perciben, del lado exterior, pares de columnas que rematan en una cornisa, desde la misma trepan, por la curva del domo, grandes aletas con aspecto de ménsulas invertidas las cuales se ven coronadas por pináculos piramidales.
En los intercolumnios del cimborrio existen amplios ventanales con formas curvilíneas.
El domo (La cúpula) se halla
cubierto por nervaduras a modo de gajos que se continúan mediante columnillas apoyadas sobre una arquería, sobre tal arquería, coronando a todo el conjunto se encuentra una graciosa linterna, ésta es una torrecilla adornada de pilastras, pináculos y ventanas, la linterna se cierra mediante un capulín bulbiforme que culmina en una gran veleta que representa al cáliz y la cruz.
El conjunto total de la catedral argentina de Córdoba es una excelente síntesis de elementos con orígenes renacentistas aunados con los del
barroco colonial español, el neoclasicismo e incluso detalles mudéjares.
Capítulo aparte merecería el tesoro de esta catedral, debido a la acumulación de exvotos (principalmente piezas de plata y de oro) y joyas donadas por fieles acaudalados o por las colectas urbanas: báculos de plata con detalles de oro, coronas de plata y oro recamadas con brillantes y perlas para "vestir" las estatuas de la Virgen, un gran sagrario donado en 1804, mantones de seda brocada, etc. Parte del tesoro catedralicio ha sido saqueado durante el último cuarto del siglo XX.
Este templo eclesiástico es la construcción colonial importante actualmente íntegra y funcional más antigua de Argentina. De este modo este edificio resulta uno de los más valiosos patrimonios arquitectónicos de Argentina y uno de los más logrados exponentes de la arquitectura barroca de toda América. Por estos motivos es un Monumento Histórico Nacional, a tres cuadras de la Manzana Jesuítica que es un Patrimonio Cultural de la Humanidad acorde con lo establecido por la Unesco.
Detalles de su Construcción
En el solar designado para Iglesia Mayor (plano de 1577) se empezó, en 1599, la construcción de nuestra primera iglesia.  Su derrumbe, el 2 de octubre de 1677, causó la muerte del Párroco Dr. Adrián Cornejo, del sacristán Licenciado Juan de Cáceres y de algunos fieles. Años después, en el mismo lugar, se inició la construcción de esta joya de nuestra arquitectura colonial.  Para costearla se pidió ayuda a los vecinos, que la prestaron según sus posibilidades.                                          
 1687.  Las obras están en marcha.  Pronto se presentan dificultades por la impericia de los constructores.  Para superarlas, se contrató al Arq. José González Merguete, nacido en Granada (España), vecino del Alto Perú (hoy Bolivia), quien trabajó hasta su muerte en 1710 e hizo gran parte de la mampostería.    Le sucedieron otros alarifes, poco        capacitados.                                       En 1724, se produce un derrumbe parcial y el obispo Gutiérrez de Zeballos pidió al jesuita Andrés Blanqui, que se hiciera cargo de las
obras.  Trabajó hasta 1740, año en que murió, y nos dejó no sólo el pórtico, sino “el estilo jesuítico” en el trazado y en el uso de la piedra y de la argamasa.La Catedral fue levantada por trabajadores indígenas, mestizos y criollos, bajo la dirección de los alarifes de turno. La Diócesis de Córdoba del Tucumán, creada por San Pío V el 14 de mayo de 1570  - la más antigua de nuestro país- con sede en Santiago del Estero, fue trasladada a Córdoba en 1699, por S.S. Inocencio XII, en tiempos del obispo Mercadillo o.p.                                                          
 La Catedral fue librada a los fieles, sin las torres, el 25 de mayo de 1578 y consagrada por el obispo de San Alberto o.c.d., el 14 de diciembre de 1784, siendo Gobernador Intendente Sobremonte.  Se usaron en la solemne ceremonia, ornamentos de gran decoración, bordados por religiosas en Barcelona (España) en el siglo XVIII, con hilos de oro y plata y traídos por Sobremonte cuando vino para asumir el Gobierno de la Intendencia de Córdoba del Tucumán. Actualmente estos ornamentos de encuentran en el Museo de Arte Religioso “Juan de Tejeda” – antiguo claustro carmelitano – Independencia Nº 122, de esta ciudad.
El atrio y el pórtico
Antiguamente el atrio estaba cerrado por pilares y rejas, que después se sacaron.  En 1878 se colocaron las tres puertas forjadas por el artesano Fidel Massa en su herrería del “Caballo”.  En la principal, los apóstoles San Pedro y San Pablo y arriba la expresada fecha.  En las laterales, en lo alto, se lee “María” y “José”, respectivamente. La cancel de entrada, de madera de las misiones, perteneció a la iglesia de la Compañía de Jesús hasta la expulsión de dicha orden en 1767. Las puertas, de algarrobo, están adornadas con tachones y llamadores de figuras estilizadas.          
              Bajo el pórtico, la urna con las cenizas del Deán de la Catedral Dr. Gregorio Funes, antiguo Rector del Colegio Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat y de la Universidad Mayor de San Carlos; patriota de destacada actuación política.
En otro monumento, obra de De la Cárcova, (Carlos de la Cárcova (1903-1974) fue un notable arquitecto y escultor argentino, y profesor de la cátedra de escultura en la Escuela Superior de Bellas Artes)  el cuerpo embalsamado del Gral. José María Paz y los restos de su
esposa Margarita.  Paz participó en las guerras de la Independencia y con el Brasil.   También en nuestras contiendas civiles.
Decoración y restauración
En la segunda década del  siglo XX, se iniciaron las obras de pintura y decoración que cambiaron el interior de la Catedral. Son murales, sobre bocetos del catamarqueño Emilio Caraffa quien contó como colaboradores a Manuel Cardeñosa y Carlos Camilloni, entre otros.
Los motivos principales son la “Visión del Santísimo Sacramento”, y “El Triunfo de la Iglesia”.  En el crucero, “La Asunción” y “La traslación de San José“flor de piedra en el corazón de la Patria .   S.S. Juan Pablo II, en abril de 1987, profundamente impresionado por nuestra Iglesia Madre, al dejarla dijo: “Tienen una Catedral muy linda, deben cuidarla mucho”
”.  En las pechinas, los cuatro Evangelistas, y dentro de la cúpula, algunos profetas, y más arriba “La Gloria”. En 1954 la Catedral fue restaurada exteriormente al demolerse las construcciones que ocultaban sus muros sud y oeste, pero quedó sin remodelarse en la parte norte, donde una edificación sin valor, que lleva el Nº 64  de calle Independencia, frente a la Plaza San Martín, desentona y afea el contorno catedralicio.  Las topadoras municipales respetaron esos ladrillos, por pedido del Sr. Arzobispo Mons. Dr. Fermín E. Laffitte, pues en
ella funcionaban oficinas parroquiales. La Catedral de Córdoba es Monumento Histórico Nacional, por decreto Nº 90.372  del año 1941.  Luis Roberto Altamira la definió como
En el ábside, (El ábside es la parte de la iglesia situada en la cabecera. Generalmente tiene planta semicircular pero puede ser también poligonal)   un cuadro que representa “La Asunción de la Virgen a los Cielos”, que hizo venir de España el obispo San Alberto.  En sus paredes laterales “La Transfiguración del Señor” (copia) y “La Aparición de Jesús, María y José a Santa Teresa” (Cuzco 1675 / 1726), propiedad del Monasterio de Carmelitas Descalzas de “San José”, de esta ciudad. Próximos a los ambones, un hermoso

Crucifijo y una imagen de vestir de “Nuestra Señora de la Asunción”, posiblemente traída de España, cerca de 1790.
La “Sillería de los Canónigos”, que mandó hacer el obispo de San Alberto, y el “Sillón Episcopal”, de madera tallada, que en su coronación tiene una mitra, entre delicados elementos del rococó, son piezas que corresponden a los últimos años del siglo XVIII.
Los retablos del crucero
(Retablo es una obra de arte tallada en madera o mármol y que se coloca detrás del altar en las
iglesias y capillas, y que por lo general representa un hecho histórico religioso.)
(En las iglesias cuya planta posee forma de cruz latina o griega, se denomina crucero al espacio definido por la intersección de la nave principal y la transversal. Es el centro de la cruz)
El obispo Moscoso pidió también a la  Real Academia de Nobles Artes de Madrid, dos pinturas sobre lienzos, para estos retablos.   Una de San Jerónimo, Patrono de la Ciudad de  Córdoba;  la otra de San Pedro, primer papa.   Los planos para los retablos –proyectados por Pedro Arnal – y las pinturas llegaron a Córdoba a fines del siglo XVIII. Con San Jerónimo, están los evangelistas San Marcos y San Lucas; con San Pedro, los evangelistas San Mateo y San Juan.  Estos evangelistas estaban colocados en 1805 y tenían diademas doradas y plumas de colores en madera.  Fueron trabajados por Esteban Sampzon, que en 1780 dijo “ser escultor de profesión e indio de la China”.  En 1788, vivía en Córdoba, estaba casado y era Alférez del  Batallón de Mestizos.


El púlpito
Pieza importante en la liturgia.  La belleza es expresión de su valor de Cátedra.   Desde allí se hacía la predicación, que adquirió gran importancia después del  Concilio de  Trento. El púlpito se integra con la tribuna o taza, que termina en ménsula;  el sombrero o alta voz, coronado por la Cruz y el dosel o espaldar, que une a esos dos elementos.    Una escalera a través de la pared, permite llegar a la tribuna, por una puerta que se abre en el dosel.  Es de madera dorada y estilo
foto correspondiente al video de la visita virtual a la catedral de Córdoba.
rococó.  Es un púlpito histórico.  Lo ocuparon figuras preclaras, entre ellas el obispo de San Alberto, el Deán Funes,  el Pbro. Castro Barros, fray Pantaleón García o.f.m., último rector franciscano del Colegio Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat, el obispo Esquiú, todos los obispos y arzobispos de Córdoba y otras personalidades de la Iglesia Argentina y del extranjero.
Hoy no se usa, y la predicación se  hace desde el ambón.( AMBÓN ,sitio donde se encuentra un atril desde el cual se realiza la lectura bíblica en los templos cristianos)
FINALMENTE LES DIGO QUE NO SE PIERDAN EL PASEO VIRTUAL DE LA PAGINA OFICIAL DE LA CATEDRAL , DONDE PODRAN VERLA EN TODO SU EXPLENDOR.. http://www.catedraldecordoba.org.ar/


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