MNBA
SE LLENA DE EROTISMO Y SEDUCCIÓN
Eros
et Psyche: AUTOR: Dubufe, Édouard Marie Guillaume (Francia, París, 1853 – 1909)
|
El MNBA fue
inaugurado en el año 1895 por un decreto del presidente Jose Evaristo Uriburo,
luego de ocupar diversos edificios, fue hospedado en la que fuera la Casa de
las Bombas perteneciente a la empresa de Obras Sanitarias de la Nación. El
arquitecto Rafael Bustillo fue el encargado de adaptarlo y el resultado fue un
espacio perfectamente adaptado a las necesidades de un museo, con amplias salas
bien iluminadas que abrió sus puertas en el año 1933. Hoy su arquitectura ha
sido superada con los avances tecnológicos, no obstante el MNBA por su
colección es el museo mas importante de
Sudamérica. Como las colecciones se incrementaron gracias a las compras y donaciones, el edificio fue ampliado reiteradas veces, y junto al MALBA constituyen sin dudas los museos mas importantes de Buenos Aires..
Sudamérica. Como las colecciones se incrementaron gracias a las compras y donaciones, el edificio fue ampliado reiteradas veces, y junto al MALBA constituyen sin dudas los museos mas importantes de Buenos Aires..
La Colección
de Arte Internacional del MNBA, que se exhibe en la planta baja, incluye obras
desde el Medievo hasta el siglo XX, con obras de Picasso, Monet, Goya, Rodin,
Gauguin y otros artista de renombre internacional. Aquí están los académicos,
los clásicos, lo convencional. es Su
condición de reunir muestras universales de todos
los estilos, lo ha
transformado en uno de los museos de características ecléticas mas importante
de Sudamérica
PSIQUIS EN LA FUENTE ,1887 Oleo ALEXIS J. MAZEROLLE
|
La Colección
Permanente de Arte Argentino del Siglo XX se encuentra en el primer piso y
expone obras de Berni, Soldi y Quinquela Martín, entre otros. En la misma
planta, la Sala de Arte Precolombino Andino y el Auditorio donde se realizan
variadas actividades culturales y educativas.
Una muestra
permanente de fotografías se expone en el segundo piso y en las terrazas hay esculturas
al aire libre, igual que en los jardines que lo rodean. La Biblioteca del Museo
es de referencia en el panorama del arte.
EROTISMO
El erotismo
siempre ha sido una atracción inherente a la naturaleza humana, desde la tribus
mas primitivas se encuentran muestra de esta irrenunciable atracción, pero lo
que ha variado es la mirada de las distintas generaciones, a la luz de los
cambios culturales y los nuevos criterios de las conductas morales.
Durante muchos años el desnudo tenia un contenido impúdico que no permitia su libre exposición, con el tiempo el arte permitió encontrar no solo un cambio transgresor sino un cambio hacia la libertad de expresión
Durante muchos años el desnudo tenia un contenido impúdico que no permitia su libre exposición, con el tiempo el arte permitió encontrar no solo un cambio transgresor sino un cambio hacia la libertad de expresión
El arte
erótico es actualmente foco de renovadas miradas que nos permiten ver en esta
exposición un colección junta de las expresiones de un arte que supo ser
trasgresor. Muchas exposiciones de este género siguen generando grandes polémicas como
lo comenta Zara Echezarreta en su
nota lo que sucedió en la muestra en el museo
Leopold de Viena en 2012, que mostraba el desnudo masculino a lo largo de la historia del arte, hasta Masculin-Masculin, de la cuya cobertura se realizo en leedor, en el Musee D’Orsay, el año pasado, seguido por la performance de la artista luxemburguesa Deborah de Robertis, quien el pasado 29 de mayo, expuso su vagina frente a la obra “El origen del mundo” de Courbet en el Musee D’ Orsay con el Ave María de Schubert interpretado por María Callas, mientras recitaba un poema. Asimismo Zara Echezrreta comenta que unos meses antes, Adrián Pino,
otro performer catalán, se había desnudado frente a la obra ‘El nacimiento de Venus’ de Botticelli en el Museo Uffizi de Florencia (Italia).
Leopold de Viena en 2012, que mostraba el desnudo masculino a lo largo de la historia del arte, hasta Masculin-Masculin, de la cuya cobertura se realizo en leedor, en el Musee D’Orsay, el año pasado, seguido por la performance de la artista luxemburguesa Deborah de Robertis, quien el pasado 29 de mayo, expuso su vagina frente a la obra “El origen del mundo” de Courbet en el Musee D’ Orsay con el Ave María de Schubert interpretado por María Callas, mientras recitaba un poema. Asimismo Zara Echezrreta comenta que unos meses antes, Adrián Pino,
otro performer catalán, se había desnudado frente a la obra ‘El nacimiento de Venus’ de Botticelli en el Museo Uffizi de Florencia (Italia).
La propuesta
actual del MNBA de Buenos Aires donde Laura Malosetti Costa es la curadora de
la muestra “La seducción fatal, es
una puesta cuidadosamentee seleccionada,
con alto valor artístico e histórico, no por ello no deja de generar polémica.
Lo rescatable es que Imaginarios eróticos del siglo XIX” en el MNBA propone una
mirada diferente sobre el mismo tópico.
El particular periodo elegido para la muestra es el comprendido en el siglo XIX hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial. El tema es la mujer y el imaginario erótico en ese período, cuyos tópicos son reformulados y transformados para el consumo burgués. Está integrada casi en su totalidad por obras que pertenecen a la colección del Museo y está organizada en núcleos temáticos. Como son el Erotismo y violencia: el rapto; Prisioneras y cautivas; Desnudo, voyeurismo y trasgresión; Seductoras fatales y musas modernas. A la luz de la mirada actual, la muestra tiene una
gran importancia histórico cultural, y sin dudas nos permite conocer con una mirada permitida o aceptada socialmente lo que fue una transgresión y un representación prohibida.
El particular periodo elegido para la muestra es el comprendido en el siglo XIX hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial. El tema es la mujer y el imaginario erótico en ese período, cuyos tópicos son reformulados y transformados para el consumo burgués. Está integrada casi en su totalidad por obras que pertenecen a la colección del Museo y está organizada en núcleos temáticos. Como son el Erotismo y violencia: el rapto; Prisioneras y cautivas; Desnudo, voyeurismo y trasgresión; Seductoras fatales y musas modernas. A la luz de la mirada actual, la muestra tiene una
gran importancia histórico cultural, y sin dudas nos permite conocer con una mirada permitida o aceptada socialmente lo que fue una transgresión y un representación prohibida.
Como siempre
es la imagen de la mujer objeto de deseo , objeto de admiración, que esta
presente en la vida del hombre, y que el arte ha sabido representarla a lo
largo del tiempo.
Prisioneras y cautivas (que pasan de
ser las cautivas europeas a ser las cautivas del malón en América, y su
imaginario adaptado a los temas
locales), el auge orientalista que fantasea con la idea de un harem, con muchas mujeres en cautiverio, también aparece en la obra de autores argentinos, como Severo Rodriguez Etchart.
locales), el auge orientalista que fantasea con la idea de un harem, con muchas mujeres en cautiverio, también aparece en la obra de autores argentinos, como Severo Rodriguez Etchart.
Este
imaginario erótico del sigloXIX profundamente incorrecto para la sociedad
actual, en aquel momento tuvo una activa participación femenina.
No es casual que la obra elegida como imagen de la muestra, sea la de Juana Romani, artista que se ganaba la vida haciendo de modelo para pintores orientalistas en París, pero como ella también era pintora, se hizo un inquietante autorretrato en el que representa su propio desnudo.
Voyeurismo y transgresión. Los desnudos secretos, son obras que no se exponían y solo se apreciaban en forma privada, como los retratos a criadas de Prilidiano Pueyrredón, o el emblemático “Despertar de la criada” de Eduardo Sívori.
Una cantidad
de obra de formato pequeño, corresponde a los desnudos de consumo burgués,
mercancía erótica que se vendía en los bazares y así los artistas se ganaban el
sustento.
Seductoras
fatales y musas modernas, tienen que ver con el nuevo lugar de la mujer en la
sociedad.
La femme fatal está presente en forma casi obsesiva en todas las manifestaciones culturales del fin de siglo. El imaginario representa el miedo que produjo en los varones esta mujer nueva, poderosa, que se convertía en bailarina, en diva de cine, tema de novelas y obras de teatro.
La femme fatal está presente en forma casi obsesiva en todas las manifestaciones culturales del fin de siglo. El imaginario representa el miedo que produjo en los varones esta mujer nueva, poderosa, que se convertía en bailarina, en diva de cine, tema de novelas y obras de teatro.
Muchas de
estas mujeres fatales tomaron el nombre de heroínas, porque este también es un
tópico tradicional y uno de los primeros: la mujer que desestabiliza el orden
por querer saber.
La
curiosidad de Eva cuando muerde la manzana, que no es otra
cosa que la voluntad de saber discernir entre el bien y el mal, al igual que la voluntad de Pandora de saber qué esconde su caja.
cosa que la voluntad de saber discernir entre el bien y el mal, al igual que la voluntad de Pandora de saber qué esconde su caja.
Muchos mitos
tienen que ver con la mujer que aterroriza a los hombres, pero sobre todo, la
mujer que quiere ocupar un lugar que supuestamente no le corresponde.
Algunos son
retratos de actrices encarnando el personaje de heroína de alguna obra que
representaban. Por ejemplo, la emperatriz Theodora, es un retrato de Sarah
Bernhardt caracterizada para la obra de teatro.
El MNBA
convocó a 20 escritores
para que redactaran los epígrafes de las obras. Algunos de estos textos forman parte del catálogo.
para que redactaran los epígrafes de las obras. Algunos de estos textos forman parte del catálogo.
En una sala
aparte, se proyectan las primeras películas eróticas argentinas que son
propiedad del Museo del Cine, junto a un rico material fotográfico y folletos
de invitación a citas con mujeres, que eran de consumo general en el ambiente
de hombres solos inmigrantes a principio de siglo.
Una muestra
para recorrer más de una vez, por las variadas lecturas que ofrece y el rico
material que exhibe.
Es tan compleja
esta exposición
como polémica, pero la preparación de la muestra ha sido inteligentemente preparada de tal modo que resulta una visión clara de la evolución del tema del erotismo a través de tiempo y desde la mirada del arte, que siempre es un gran interprete de la realidad social de cada tiempo. Pero para los pocos entendidos, como mi caso, que solo asume el entusiasmo de ver obras de arte, es importante el aporte enriquecedor de las guias que diariamente a las 16 hs y a las 18 hs hacer una recorrida con aportes criticos sumamente valiosos. Las visitas son guiadas por profesionales del arte lo que significa un aporte superlativo del museo y una demostracion del alto grado de desarrollo cultural que tiene la Argentina......Arturo
como polémica, pero la preparación de la muestra ha sido inteligentemente preparada de tal modo que resulta una visión clara de la evolución del tema del erotismo a través de tiempo y desde la mirada del arte, que siempre es un gran interprete de la realidad social de cada tiempo. Pero para los pocos entendidos, como mi caso, que solo asume el entusiasmo de ver obras de arte, es importante el aporte enriquecedor de las guias que diariamente a las 16 hs y a las 18 hs hacer una recorrida con aportes criticos sumamente valiosos. Las visitas son guiadas por profesionales del arte lo que significa un aporte superlativo del museo y una demostracion del alto grado de desarrollo cultural que tiene la Argentina......Arturo
SOBRE
LA EXHIBICIÓN Nota de prensa
En el Museo Nacional de Bellas Artes se inauguró, el 11 de
noviembre a las 19:00 la exposición “La
seducción fatal. Imaginarios eróticos del siglo XIX”, curada por Laura
Malosetti Costa. Organizada en colaboración con la Biblioteca Nacional, la
exposición se desarrolla asimismo en la
Sala del Tesoro de la misma donde se exhibirán grabados y publicaciones
eróticas de su acervo.
Eduardo Sívori- como de algunos coleccionistas argentinos. Todo ello fue dando forma a la cultura de una elite que procuraba instalar en Buenos Aires los hábitos y gustos de una modernidad urbana europeizada, pero también a un nuevo ordenamiento de los cuerpos, del deseo y de las relaciones de género. Eduardo Schiaffino es el protagonista clave de esta historia: desde sus propios desnudos modernos y simbolistas, sus intervenciones como crítico en varios periódicos, y su permanente batalla por el arte moderno como formador de colecciones para el
Museo Nacional, fue él sin duda quien más contribuyó a construir un escenario para el arte nuevo –con el desnudo femenino como punta de lanza – en Buenos Aires. Gracias a la iniciativa de la Biblioteca Nacional de convocar a destacados escritores contemporáneos para escribir sobre las obras de esta exposición, tenemos la oportunidad de acercarnos al estímulo tanto intelectual como sensible que ellas siguen ejerciendo sobre este grupo selecto de hombres y mujeres de nuestra cultura, lo cual habla de la persistencia de sus poderes. La exposición cuenta con el generoso
apoyo, como es habitual, del Ministerio de Cultura de la Nación y también de la Asociación Amigos del MNBA. En esta exposición, se exhiben alrededor de 65 obras de pintura y escultura, además de grabados, fotografías e impresos, reunidas en los siguientes núcleos: Erotismo y violencia: el rapto; Prisioneras y cautivas; Desnudo, voyeurismo y trasgresión; Seductoras fatales y musas modernas.Esta selección permite contemplar obras de artistas europeos y argentinos - incluyendo al uruguayo Juan Manuel Blanes- del siglo XIX para considerarlas en
conjunto, siguiendo el hilo de la imaginería erótica de Occidente en el arte y en el gusto de los coleccionistas y públicos argentinos, con sus sincronías y divergencias. Se intenta transformar su carácter de “obras de arte de museo”, según una nueva mirada, vinculándolas con otras manifestaciones de la cultura de su tiempo como elementos visuales que dieron forma al deseo, como manifestaciones del universo ideológico y mental en el que se inscribieron. La extraordinaria colección de obras del siglo XIX del Museo Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires no ha sido hasta ahora puesta en escena con una mirada crítica que la vincule con las grandes tradiciones del erotismo en Occidente. Se trata de una colección particularmente rica en pintura y escultura de fines del siglo XIX y la primera década del XX, el momento en que fue creado el museo y los coleccionistas porteños de la Belle Époque adquirían las obras de arte europeo que irían a enriquecerlo. Gran parte de las obras exhibidas en sala central de la planta baja y en la sala dedicada a los primeros artistas nacionales modernos, se inscriben en los tópicos hegemónicos consagrados y
admitidos en relación con la mirada y el deseo masculinos sobre el cuerpo de las mujeres. Aunque buena parte de las obras que hemos reunido aquí fue realizada en Europa, en un nuevo ámbito sus significados variaron: nuestra mirada situada en la Buenos Aires de fin de siglo las desplaza a un escenario distinto, donde se tramitaron de otros modos las novedades y las tradiciones europeas, así como las relaciones de género, raza y clase implícitas en las formas del erotismo que esas obras pusieron en escena. En ese sentido, hay aquí una invitación a pensar
sincrónicamente los distintos circuitos y públicos para este tipo de representaciones y la incipiente cultura de masas en la ciudad: los grabados y libros de lujo, la fotografía, la caricatura política, la publicidad en las primeras revistas ilustradas, el cine, la milonga y el tango. A partir de esos cruces, resulta evidente la fluidez con que las imágenes, los símbolos, las formas de pensar y sentir circularon entre la cultura de las elites y la de las clases populares, en una ciudad que por esos años alimentó una fama mundial de ser tan bella y seductora como peligrosa. Así, en ese cruce,
las obras consagradas por la “alta cultura” se verán por un instante desplazadas de la lógica del Museo aun dentro de sus muros: un cierto des enmascaramiento invitará a mirarlas de nuevo junto a otras manifestaciones culturales que, en sincronía y en sintonía con ellas pero fuera del museo, fueron consideradas pornográficas y “peligrosas”. En ese contexto ampliado pretendemos desnaturalizar sus implicancias eróticas, proponiendo a los espectadores nuevos lugares críticos desde donde observarlas.Esas obras hablan de un gusto predominante en las colecciones argentinas por el erotismo suave y refinado de artistas como William-Adolphe Bouguereau o Jules Lefebvre, de una cierta predilección por motivos eróticos orientalistas de algún modo vinculados con la historia local,
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