PINAMAR Y Su símbolo de identidad cultural
“Dibujando espacios” es
una obra móvil de grandes dimensiones (7.80 m. x 2.70 m. x 9.20 m. de altura)
totalmente realizada en acero inoxidable emplazada en un lugar emblemático de
la ciudad. En palabras de Pájaro Gómez: su autor “considero interesante esta
ubicación geográfica porque hace referencia a los comienzos de este lugar, a
los pioneros, a aquellos que dibujaron espacios y los crearon”.
De allí el
título de la obra “Dibujando espacios”,
que además presenta la característica de ser una escultura móvil: ya que está
conformada por dos formas superpuestas que se desplazan sobre su propio eje a
partir de la acción natural del viento. De este modo, esta escultura permite
que se generen nuevas y diversas formas en el espacio.
El arte no sólo
embellece a las ciudades y a las personas que las habitan, sino que genera
espacios que invitan a imaginar,
a crear y reflexionar acerca de quiénes somos
y quiénes queremos ser. Este proyecto cultural innovador colaborará en la
formación de ciudadanos comprometidos con la realidad cultural local y del
país. No
falta quien vea las formas de un velero, de un barrilete o de un pájaro en
vuelo, pero nada de eso estuvo en la imaginación del artista: "El
movimiento de los dos ejes transversales está impartiendo direcciones todo el
tiempo, como un explorador que se instala en un lugar y proyecta sus futuras
fundaciones; en
cierto modo es una especie de homenaje a los pioneros que
llegaron a Pinamar, pero también a los pioneros en fomentar el emplazamiento de
esculturas públicas", acota Pájaro Gómez
Justo
en la intersección de la Av. Del Mar y Av. Bunge enclavada en un sitio
estratégico, se eleva la escultura
Dibujando Espacios, obra del escultor Pájaro Gómez que rápidamente se
transformo en el símbolo de Pinamar. Como
lo han expresado muchos críticos, esta es una barca Quijotesca, creada
en la
imaginación del artista RAUL PAJARO GOMEZ, se asemeja a un gigantesco molino de
viento del clásico Quijote de la Mancha. Pero no es así se trata de una gran
y reluciente barca que despliega sus
velas al viento porque esta zarpando hacia su derrotero final, y en cada
partida dibuja una aventura nueva en su entorno.. Raúl Pájaro Gómez, instalo
esta armoniosa escultura en el cruce de Avenida Bunge y Del Mar, es una de las
novedades que encuentran quienes hacen mucho que no vienen a veranear
en
Pinamar.
En
poco tiempo la obra se consolido como un monumento referencial de Pinamar,
además por la estratégica ubicación. Es
como la floralis genérica de Buenos Aires una escultura móvil, que cambia con
la dinámica de la luz solar una obra
donde se combina el arte y la naturaleza, salvo que en este caso es la energía
natural del viento, la que produce el aporte de la naturaleza y que permite que
la escultura cambie su dimensión y su forma. El
complejo mecanismo de
engranajes le permiten que la fuerza del viento dibuje en el entorno una figura
diferente en cada acción, asi la naturaleza juega su rol protagonico. La obra
es un ejemplo de las formas ligeras y transparentes que caracterizan al
artista, ganador del Primer Premio de Escultura Manuel Belgrano en 1988 y del
Salón Nacional en 1993. Su emplazamiento requirió también un complejo trabajo
de ingeniería, que implicó cálculos de resistencia de materiales. A tamaño
menor, la galería "Hoy
en el Arte" que dirige Teresa Nachman en
Pinamar, exhibe una muestra de esculturas de acero y madera de Raúl Pájaro
Gómez, en un interesante contrapunto de escala con la obra inaugurada.
La
obra realizada en acero, y con mecanismo de ingeniería es un la concepción compleja entre el arte y la
tecnología y la energía de la naturaleza, Una obra que fue llevada a cabo con el aporte de la comunidad y por empresas convocadas por la Fundación
Pinamar.
Este
escultor argentino ha realizado más de 40 exposiciones colectivas y más de 20
individuales. También posee más de 20 premios y menciones en concursos y
salones de gran prestigio entre los que figuran: Salón Municipal Manuel
Belgrano – 1° Premio (1987), Bienal Internacional de Escultura – Resistencia,
Chaco – 1° Premio (1988), Beca Fundación Antorcha (1995), I° Trienal Nacional
de Escultura – Resistencia, Chaco – 1° Premio (1995), Premio Fundación Trabuco
– Academia Nacional de Bellas Artes (1995), Salón Nacional de Artes Plásticas –
Gran Premio de Honor (1994), Salón Nacional de Artes Plásticas – 1° Premio
(1993).
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