jueves, 16 de marzo de 2023

MUSEO CASA DE YRURTIA, Belgrano Bs.As.

 MUSEO CASA DE YRURTIA



En O’Higgins 2390 en el barrio de Belgrano se encuentra el Museo Casa de Yrurtia, que expone el legado artístico del escultor Rogelio Yrurtia y el de la pintora Lía Correa Morales, pareja de este gran artista, que tuvo su momento de gloria y su protagonismo artístico en los comienzos del siglo XX en Argentina, donde desarrollo gran parte de su obra, la     ue hoy disfrutamos en Buenos Aires

Los dos protagonistas de esta historia, donaron al Estado Nacional su casa de estilo neocolonial hispano de Belgrano con su mobiliario y sus obras de arte.

La Casa museo es una hermosa muestra de arte arquitectónica del siglo XX, se puede visitar en forma gratuita. La casa mantiene su arquitectura colonial en perfecto estado de conservación. Si bien el espacio fue concebido como una casa familiar más que un espacio para obras de gran dimensión, la dirección del museo ha sabido presentar muy bien su obra escultórica y además de su taller escuela de sus discípulos.

Gigantesco molde en yeso del moises, ocupa casi todoo el alto de la sala donde se expone

En las distintas salas se presentan muchas partes de su obra como bustos, manos, cabezas, También se encuentra una sala donde se observa el molde de un Moisés gigante que construyó en yeso y una ninfa que alcanza todo el alto del salón



 Su gran jardín: luce como un tesoro verde en plena ciudad donde progreso y desarrollo fue cubriendo los espacios verdes de las quintas en elevados edificios. La casa se encuentra a dos o tres cuadras de las transitadas Av. Cabildo y Juramento, donde se encuentra la plaza Belgrano y su Parroquia Redonda.

 En el centro del jardín luce una de sus obras gigante, que son dos púgiles que están en pleno acción de su pelea de boxeo.




Es una suerte de remanso en el corazón de Belgrano, mantener lindos espacios verdes como las plazas y las Barrancas donde en aquella época llegaba el Rio de la Plata. Pero en los jardines muchos deciden quedarse un ratito más después de la recorrida para descansar o leer un libro escuchando el gorjeo de los pájaros.

Yrurtia trabajó activamente en la concepción de los jardines de la casa y los dotó de árboles, caminos de laja y una galería cubierta con una parra centenaria que sigue dando uvas en verano, Además cuenta con una fuente rectangular de agua



Los artistas Rogelio y Lia no solo fueron compañeros en el arte, fueron también una pareja en vida, Yrurtia se casó con la pintor y escultora Lía Correa Morales, hija de su maestro, Lucio Correa Morales.​, pasando así de maestro a suegro. Es importante también destacar la personalidad y la figura de Lia, pionera de la liberación femenina en el arte, siempre apoyada por su marido.




Lía Correa Morales nació en Buenos Aires en 1893, dentro de un hogar donde se desarrollaba una ferviente actividad artística e intelectual. Su padre fue el reconocido escultor Lucio Correa Morales y su madre, la geógrafa, pintora y escritora Elina González Acha. Durante las tardes, Elina tomaba el té con la maestra Rosario Vera Peñaloza y con Cecilia Grierson, la primera médica argentina. Estas mujeres fueron figuras claves en el incipiente feminismo porteño

Durante su infancia y juventud pasó mucho tiempo en el taller de su padre, donde comenzó a experimentar con el dibujo y la pintura. A los 24 años, se casó con Abel Espinosa Viale y se mudaron a la Patagonia. Tras dos años de matrimonio, su esposo murió abruptamente. Lía regresó a Buenos Aires, retomó su práctica artística y se reencontró con Rogelio Yrurtia, a quien conocía desde pequeña porque había sido discípulo de su padre. En ese momento, Yrurtia ya era un escultor reconocido.

En 1922, Lía viajó a Europa, donde vivió hasta 1929, en estrecho contacto con Yrurtia, quien en aquellos años se encontraba en Francia trabajando en el mausoleo de Rivadavia. Ese tiempo de formación en Europa fueron los más prolíficos en su actividad artística, recibió premios, se formó con grandes maestros y expuso sus obras en el Salón Nacional y el Salón de la Société National des Beaux Arts., donde las obras realizadas por mujeres no eran frecuentes.



De vuelta en Argentina, y tras el fallecimiento de Gertrudis, la primera esposa de Yrurtia, Rogelio y Lía se casaron en una iglesia del barrio de Belgrano; él con 57 años y ella con 43. Los unia el amor, el arte y la pasión.

Ambos donaron al Estado Nacional su casa con el mobiliario y obras de arte a través de un proyecto de ley impulsado por el político socialista de aquellos años.  Alfredo Palacios. De esta manera la Casa-Museo está abierta al público desde el 9 de Julio de 1949.



Rogelio Yrurtia; Un escultor monumental

Rogelio Yrurtia (1879-1950) es considerado el escultor argentino más importante del siglo XX. Sus obras fueron expuestas en París y le valieron numerosas distinciones internacionales. En nuestro país, en tanto, dejó como legado distintos monumentos, muchos inspirados en próceres de la historia nacional. Hijo de inmigrantes vascos dedicados al comercio, 
















                     Tablero de herrramientas que utilizaba Yrurtia en su propio taller 

Yrurtia reveló desde muy temprano un interés particular por la pintura y la escultura. No solo fue reconocido en el ámbito nacional, sino también gano el reconocimiento internacional y fue un destacado educador, a tal punto que fue , nada menos que  académico de número en la ANBA, sitial n°8. Como profesor dejo como legado también su inmensa biblioteca personal.

En 1898, comenzó sus estudios en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, en el curso de Lucio Correa Morales, quien luego se convertiría en su suegro. En 1899, con 19 años, obtuvo una beca del Estado Nacional para estudiar en Francia, donde tomó contacto con uno de los escultores más destacados de la época, Auguste Rodin.

Su primera gran obra fue Las pecadoras, gracias a la cual recibió el reconocimiento internacional en el Salón de París, entre otros. En los años siguientes, el Estado argentino le encargó diversos monumentos que actualmente se encuentran emplazados en la Ciudad de Buenos Aires, como Canto al Trabajo (1922), un grupo escultórico compuesto por 14 figuras,



                                                                                  Maqueta del monumento Canto al trabajo 

el Monumento al coronel Dorrego, emplazado en las calles Suipacha y Viamonte, y el Mausoleo de Bernardino Rivadavia, situado en Plaza Miserere, entre otros



La casa -con un terreno de 1200 metros cuadrados- es de fines del siglo XIX. Fue reformada y ampliada por Rogelio Yrurtia y obtuvo, en 1923, el Premio Municipal de Arquitectura por el diseño de su fachada. Pertenece a la vertiente hispanoamericana del estilo Neocolonial. El escultor trabajó activamente en la concepción de los jardines de la casa y los dotó de árboles, caminos de laja y una galería cubierta con parra, entre otros elementos inspirados en los jardines árabes



La biblioteca de Rogelio Yrurtia reúne 1400 volúmenes sobre filosofía, artes visuales, geografía e historia del arte, con obras del siglo XIX hasta la actualidad. El archivo reúne los fondos documentales de Rogelio Yrurtia y de Lía Correa Morales. Se compone de correspondencia, artículos periodísticos, fotografías, documentación sobre el Museo y los proyectos de Yrurtia.

Sus obras destacadas de Argentina según la ANBA (Academia Nacional de Bellas Artes) como las más representativas, de un realismo heroico, figuran el «Canto al trabajo» (calles Paseo Colón e Independencia); frente a la facultad de ingeniería, El «Monumento al General Dorrego», con la estatua ecuestre del prócer (calles Viamonte y Suipacha), y el «Mausoleo a Rivadavia» (Plaza iserere), todos en Buenos Aires. Otras importantes que se pueden mencionar son: «La Acción», «La Justicia» y «Los púgiles». En cuanto a los Museos o colecciones en las que figuran sus obras: debemos mencionar el Museo de Bellas Artes de Barcelona; Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina. Colección particular de San Petersburgo; Museo de Bellas Artes de Zúrich; Museo de Bellas Artes de Rosario y Santa Fe.















  Manos y bustos de sus personajes monumentales fueron detalladamente estudiados por este artista ecepcional. Pero son las manos en escala normal y escala monumental tienen una fuerte acción espresiva, en el museo un guia escrita destaca que las manos y los gestos  faciales de los rostros fueron en la humanidad el  paso previo a la aparición del lenguaje.



Sin duda hay un lenguaje gestual en todos nosotros, pero en el caso de una escultura cobra una doble dimención, porque no esta en movimiento. Es el talento del artista, el que logra trasmitir esa expresividad a la escultura.





La expresion de las manos y los rostros no son inconcientes, porque el gesto esta regido por el cerebro,  o sea son un lenguaje complementario que le dan fuerza a la palabra oral, y representan la fuerza de la acción que se quiere trasmitir. Yrurtia logro en con el estudio de todo el movimiento del cuerpo, trasmitir un mensaje gestual muy expresivo con sus rostros y sobre todo en la expresion de sus manos.



Fuente: Información ha sido adaptada de la página oficial de Museos Nacionales del Ministerio de Cultura de la Nación.

Destaco algunas de sus esculturas publicas ubicadas en la ciudad de Buenos Aires

Canto al trabajo




Esta monumental escultura conocida popularmente como Monumento al trabajo, en primera instancia el Canto al trabajo se emplazó en la Plaza Dorrego, pero años más tarde como suele suceder con las esculturas en Buenos Aires, se la trasladó a la actual ubicación frente a la facultad de Ingeniería. En mis años de docente de la Facultad solía pasar a admirarla, dado que me impactaba no solo el tamaño de las figuras, sino la armonía y proporcionalidad de sus cuerpos. Esto me obligó a buscar el mensajes de sus simbolismos

Su obra es monumental por la magnitud de su composición y la cantidad de expresivas figuras que están enlazadas por su movimiento, técnica que dominaba a la perfección el maestro Yrurtia, La obra muestra simbólica y expresivamente, el gran esfuerzo del trabajo.Contiene catorce figuras humanas de bronce de escala 2,5: 1 en relación con la altura promedio de una persona normal. El conjunto representa una alegoría a la dignidad del trabajo humano.





 Las cinco esculturas del frente simbolizan a la familia: el padre, que avanza en actitud serena y de orden de la operación, se ve a la madre, que mira a lo lejos como tratando de divisar el futuro de sus tres hijos que completan el cuadro del trabajo familiar, ellos aprenden porque son el futuro, por lo cual constituyen el símbolo de la esperanza.

Esta obra fue declarada Monumento Histórico Nacional en 2019 por el Decreto 769, el artista aclaró que dicha obra Representa un esfuerzo único en la historia de la escultura, por la magnitud de las figuras, la complejidad y grandeza de la obra que la inspira”. El escultor también vinculó su obra con el reconocimiento a la figura de la mujer: “Su verdadero significado es un canto al amor, una representación de lo que la mujer significa en la vida de los hombres, como sostén, como alegría y esperanza en la lucha.

Monumento al coronel Manuel Dorrego

El monumento del coronel Manuel Dorrego se localiza en el centro de la Plaza Suipacha, más precisamente en la esquina de las calles Suipacha y Viamonte, frente a la Dirección General de Rentas de la Ciudad de Bs.As. Esta es otra obra reconocida como monumental, perteneciente al artista argentino Rogelio Yrurtia.

Fue inaugurada en el año 1923, y se trata de una gran escultura compuesta por un pedestal de granito gris sobre el cuál se eleva la figura del prócer a caballo y escoltada por una Victoria Alada. A cada lado del pedestal se despliegan dos figuras alegóricas: "la Historia" y "la Fatalidad" y en su muro frontal se lee la frase: "Promotor, Paladín y Mártir   del Federalismo Argentino, Héroe de la Independencia y de la Organización Nacional". Este importante conjunto escultórico declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2019.

Se dice que posee grandes dimensiones, quizás algo desproporcionadas con respecto al tamaño del espacio público donde se halla emplazado, que es la plazoleta Suipacha, y este en realidad constituye un motivo para que luzca aún más imponente

El poco espacio de la ubicación del monumento podría ser una contra, pero los que no son lugareños y pasan por el lugar, se suelen preguntar cuán importante debe ser el homenajeado con semejante escultura, que le ha tomado casi todo el espacio disponible de la plazoleta Suipacha.

 Podríamos acotar además que la misma se encuentra en el corazón del microcentro porteño, y que por otra parte los días feriados y fin de semana la plazoleta y el monumento permanece cerrado totalmente con una reja, para evitar que sea vandalizado.

                                                                                                                                                                                                Símbolo de la fatalidad, escultura de Dorrego

Simbolo de la historia, representado por una mjer cubierta con una túnica

El Monumento a Dorrego no solo es una obra estética, sino que es una composición con un elevado mensaje histórico a través de los símbolos que uso Yrurtia, después de una larga investigación intelectual.

La obra tiene por eje un pedestal de granito gris, que en su cúspide central se encuentra la figura ecuestre de Manuel Dorrego luciendo un traje militar detalladamente elaborado, compuesto una casaca de cuello alto de doble hilera de botones con charreteras y un pantalón   ajustado a la cintura, botas altas adornada con espuelas apoyadas sin esfuerzo en los estribos.

Esta montado sobre un brioso caballo en posición de marcha,  llevando en su mano izquierda su sable, y con los dedos de la mano izquierda sujeta las riendas y el sombrero militar. La Victoria alada antecede sombrero bicornio en la mano derecha y las riendas del animal entre los dedos de la izquierda.una Victoria alada, que guía la figura ecuestre de Manuel Dorrego.A los costados las figuras alegóricas de la Historia y la Fatalidad. son ejemplos de sus simbolismos.

}La figura ecuestre de Dorrego, esta escoltada por la Victoria  alada que guía a su caballo,  cuyo molde  de yeso se encuentra en la casa museo. Completan el pedestal dos figuras alegóricas de la Historia y la Fatalidad.



 La Victoria simboliza el triunfo de Manuel Dorrego al trascender su propia muerte en los anales de la historia argentina. La Fatalidad esta representada por la figura de un joven desnudo que en forma envolvente es tomado por una serpiente que representa el mal, simbolizando el recuerdo del nefasto desenlace del fusilamiento de Dorrego en Navarro. 

La historia representado por una mujer, con una túnica en la derechoa y un libro contra su brazo con el historial y trayectoria de Dorrego,

Arturo



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