jueves, 6 de febrero de 2014

CONFITERIA LAS VIOLETAS....Sinfonía de sabores y colores de vitraux

CONFITERIA  LAS VIOLETAS  Sinfonía de sabores y colores de vitraux


Es uno de los bares notables de Buenos Aires, que fue inaugurado en la primavera de 1884, dice la historia que siempre mantuvo un delicado encanto y era frecuentado por personajes ilustre y de la alta sociedad porteña que llegaban en sus carruajes para reunirse tomar el té. Hasta el mismo Carlos Pellegrini con bastón y galera bajo de su carruaje el dia de la inauguración Hubo años que se mantuvo cerrada pero volvió renovada para quedarse para siempre porque ha sido declarado Patrimonio Histórico de la Ciudad de Buenos Aires.  Sus tortas budines y sus facturas son realmente exquisitas, me consta porque mas de una vez las he probado. 

Yo solia frecuentarla en mi época universitaria  que por la cercanía de donde vivía, la había elegido como lugar de estudio.  Hoy volvi con nostalgia a revivir  aquellos momentos, y me deleite con sus ricas masitas. Podes almorzar y cenar con una muy buena carta gastronómica  en el hermoso local, de refinadas columnas y grandes  vitraux. Es un lugar luminoso y agradable y por supuesto es de todos nosotros, porque forma parte de nuestro patrimonio y por lo tanto de nuestra identidad como Porteños.



En el remoto barrio de Almagro, solo a 4 kilómetros de la avenida de mayo, a principios de 1880,LA CONFITERIA LAS VIOLETAS  abría sus puertas en un solar que poseía inequívocas señales de refinada distinción. Era lejos muy lejos, pero causo un gran revuelo la inauguración de un lugar tan refinado que miraba el futuro de un Buenos Aires que quería dejar de ser aldea. Era todo un viaje llegar al lugar, pero elegantes carruajes con curiosos aristócratas llegaban hasta las puertas del suntuoso y flamante local. Cuenta la historia que el mismo Carlos Pellegrini, futuro presidente del país, de rigurosa galera, capa y bastón, asistió gustoso a la inauguración, transportado por un tranvía especial acompañado por muchos de sus distinguidos amigos. El 21 de Septiembre de 1884, en la esquina de Rivadavia y Medrano, asi nacía en Buenos Aires la confitería Las Violetas…

Vitraux de la Confiteria LAS VIOLETAS de Buenos Aires

Confiteria LAS VIOLETAS, Av. Rivadavia y Medrano
 
La confitería fue construida con el estilo característico de estos locales en el Buenos Aires de principios de siglo. Su interior posee una exquisita y lujosa decoración, hecha a base de revestimientos en madera, 80 metros cuadrados de vitrales, arañas con caireles, fachada y mesas con mármol de carrara. Pero es alrededor de la década de 1920 cuando las Violetas fue remodelada, luciendo nuevas vidrieras francesas y puertas de vidrios curvos, vitrales y pisos de mármoles italianos, hechos en el barrio de San Telmo y colocados en 1928.


No puede dejar de mencionarse su tradicional repostería y su célebre pan dulce. Entre sus habitués se puede mencionar a escritores como Roberto Arlt y Alfonsina Storni. Fue escenario de varias películas, como La Mafia, de Leopoldo Torre Nilson y Sol de Otoño, de Eduardo Mignona, protagonizada por Norma Aleandro y Federico Luppi.










En el año 1984 fue reconocida por el Museo de la Ciudad como “Testimonio vivo de la memoria ciudadana” y fue catalogada como “confitería notable” por la Comisión respectiva. Cerró el 30 de junio de 1998, momento en el cual se sanciona la Ley 49 con esta declaratoria de Sitio de Interés Cultural y otra ley con su catalogación de Área de Protección Histórica (APH). El 19 de julio de 2001, completamente restaurada y con nuevos dueños, abre nuevamente sus puertas.




Los tres vitrales que enfatizan los accesos estaban muy dañados y hundidos en su parte superior; entonces se contrató al prestigioso vitralista Daniel Ortolá, que con un proceso de varias semanas (ver recuadro) logró enderezarlos. En el interior hay tres grandes vitrales y dos chicos; uno de los grandes había sido tapado en su parte superior por un entrepiso (no original), que impedía su visualización completa. Para solucionar la cuestión, se demolió ese entrepiso, que además ya había dañado dos capiteles de las imponentes columnas.

Famosa desde sus orígenes, su reaparición, luego de un cierre de tres años, fue festejada por los vecinos de Buenos Aires que han acompañado su nueva etapa con entusiasmo.



Como todo bar notable tiene su canción,  Con letra de Carlos Ceretti y música de Gabriel Mores, se compuso LA ESQUINA DE LAS VIOLETAS. Una de sus estrofas dice:  “La esquina de LAS VIOLETAS  es una fiesta completa, mil charcas que hacen piruetas entre torta y canapé.”  “La esquina de LAS VIOLETAS, el sábado sos la meta de cien canosas paquetas, que con masas toman el té …… ARTURO


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