PULPERIA QUILAPAN: Un espacio ECO-SOCIO-CULTURAL
Por la
iniciativa fue de Gregoire y Tatiana, una joven pareja de
emprendedores franceses han logrado que se ponga en valor una casona de fines del siglo XVIII
en el extremo sur de San Telmo,
La restauración ha creado un espacio donde
confluyen la gastronomía, la producción artesanal de alimentos, la
arquitectura, la historia y la cultura. Hoy la vieja caso de la calle Defensa 1344,
en extremo sur de San Telmo por la magia de la Restauración ha transformado el lugar en una verdadera Pulpería que te transporta en el
tiempo
La restauración es un proyecto polifacético, donde
se conjugan el negocio gastronómico con lo cultural y con la investigación
arqueológica , es un lugar único que traspasa la barrera de la historia de la
propia casa ,pues por la propia
iniciativa de esta joven pareja permitió que
los arqueólogos urbanos pudieran reconstruir parte del pasado colonial de la ciudad de
Buenos Aires, habiéndose encontrado en las excavaciones cientos de tesoros arqueológicos
, que enriquecen el patrimonio cultural e histórico de Buenos Aires.
Porque PULPERIA, y porque QUILAPAN
Pulpería: Es un nombre femenino
originario de la región del Río de la Plata, establecido desde la colonia para
identificar el Comercio típico que
combina almacén, taberna y
tienda donde se reúnen gauchos, indígenas, paisanos,
criollos, indios y negros para tomar, comer y divertirse, y en muchos casos las
pulpería fueron postas en el camino de las grandes distancias de las pampas
argentinas.
Historia de la casona de la pulpería
La antigua
casona de la pulpería sufrió diversos cambios arquitectónicos a los largo de
los años. Pero, ahora, liberada de capas superfluas muestra su estructura en
todo su esplendor.
Albergó los
más diversos rubros: una tintorería, un taller mecánico, un conventillo, la
Fundación San Telmo (contó con una charla de José Luis Borges y exposiciones de
Marta Minujín y Guillermo Kuitca), la milonga del gordo, el bar Che Bacana, la
escuela de tango AR, la galería de arte de Roberto Martín, el taller de
actuación de Víctor Laplace, un centro de expresiones
artísticas, una feria
americana y ahora una pulpería ¡!!!!!!. Hasta tiene un horno de barro, típico
de nuestros campos , claro esta que este es de característica gigantesca.. Las
mesas que se distribuyen a lo largo y lo ancho de los patios, y de las
habitaciones que han sido naturalmente comunicadas confornando distintos espacios, donde abundan todo tipo
de objetos.
Ambientación
El lugar
está colmado de cientos de tesoros atemporales, como una pianola y una
pochoclera que nos envuelve en una atmósfera de antaño que no debiera
desaparecer
.Asimismo hay viejas heladeras domesticas y comerciales, algunas de
la cuales están en funcionamiento. Un
gigantesco fuelle de una fragua pende del techo y objetos de todo tipo penden
de los techos junto a una inmensa colección de botellas antiguas que aun
conservan su bebida.
Orgullosos
los aljibes y pozos, tres aberturas colmadas de tesoros ansiosos de ser
descubiertos, les dan a los arqueólogos objetos centenarios (soldaditos de
plomo, monedas, botones, pipas, entre otros) que dan a conocer detalles de
la
memoria de este lugar.
Durante el
proceso de puesta en valor de la casona, Gregoire, Tatiana y el equipo de
trabajo sintetizaron y definieron el marco de la vertiente de la pulpería del
siglo XXI.
Actualmente,
con el grueso de la restauración terminada, comienzan a abrirse las propuestas
arquitectónicas para “despertar” el lugar, sin dañar su estructura y procurando
mixturar la esencia estructural de la casa con un proyecto arquitectónico
sustentable y que englobe lo urbano y lo agreste.
También
comenzaros a allanar el camino de la comunicación y
difusión del proyecto,
volcados en redes sociales facebook/pulperiquilapan) y trabajando con
diseñadores gráficos (perfilamos y culminamos el manifiesto de la pulpería
Quilapán, el alma del proyecto – que puedes leer más abajo) y webmaster para
formular, crear y definir el microcosmos pulpero de la página web de la
pulpería Quilapán. La mejor definición del proyecto es entonces su manifiesto,
que por si solo habla de lo multifacético de este emprendimiento que no demuele
San Telmo , sino que lo conserva con la puesta en valor, recuperando un poquito de la historica Buenos Aires, y un poquito de nuestra identidad, gracias a la iniciativa de dos jóvenes emprendedores Franceses. Quien lo iva a decir?. Llegaron a la Argentina para interpretarnos y crecer en forma conjunta.
MANIFIESTO DE LA PULPERIA ……Un a
declaración llena de poesía….
Parroquianos,
paisanos, gauchos, porteños, pueblos originarios*, africanos, gallegos, tanos,
franchutes, yankees, sirios, gringos, rusos, turcos, polacos, judíos,
portugueses, armenios, suizos, coreanos, japoneses, chinos.
Una casa
abre su puerta a la velocidad de la naturaleza. La pulpería Quilapán es la
pulpería eco-socio-cultural argentina del siglo XXI.
Está ubicada
en el barrio histórico de San Telmo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en
la Web.
Este boliche
hospeda un despacho de vinos pateros, vermut, picadas, un almacén de ramos
generales, una tiendita de artesanía, un comedor, un
salón de baile y música,
más un patio de recreación y lectura.
Un lugar
simple, elegante, auténtico, humano, solidario, apasionado y poético. Una
pulpería honesta e innovadora con los perfumes y la sonoridad del terruño.
Un refugio
polifacético y virtuoso para la tradición que predispone a la creación y a la
imaginación, a las sombras de las glicinas o al calor del fogón.
Un puente
entre el campo agreste y la ciudad metropolitana, entre productores
comprometidos y consumidores responsables. Un espacio de encuentro, de
descubrimiento generador de lazo social y revelador de tesoros desconocidos.
Un espíritu
dedicado con afán a la defensa colaborativa del ecosistema, de la identidad
social y del patrimonio cultural, alrededor de la gastronomía y de la
artesanía. Un microcosmos libre fuera del tiempo para disfrutar del pasado con
nostalgia, desensillarse, charlar, chupar e imaginar el futuro con curiosidad y
sonrisas.
Un verdadero
viaje adentro de la Argentina con comidas nativas, bebidas criollas, artesanías
vernáculas o recicladas, libros salvajes, talleres indígenas, bailes
folklóricos, juegos argentinos y otros gozos.
La visión de los Pulperos de la casona en
refacción de Defensa al 1344
La casona que se
esconde al 1344 de la calle Defensa, en sí misma, es un lugar de interés, una
curiosidad en la ciudad.
Esa maravilla antigua marcada por las capas de obras y
modificaciones, iniciadas por sus dueños sucesivos, que se superpusieron sobre
sus fundaciones, y las protegieron así de los daños causados por el tiempo.
Conscientes del potencial cultural e histórico de esta casa, los pulperos
decidieron emprender unas excavaciones con un equipo de arqueólogos, durante
dos años enteros, ¡y no fue en vano! Entre otros, descubrieron una pared de
ladrillos de los años 1750 que decidieron poner en valor, unas piezas de metal
que sirvieron para los rieles de los primeros
ferrocarriles, pero sobre todo,
debajo de un árbol, un pozo escondido, que había sido tapado durante el siglo
XIX a los comienzos de la epidemia de fiebre amarilla, epidemia que también
llevó al abandono de la casa por sus dueños. Y en el fondo de este pozo, unos
verdaderos tesoros: una falsa moneda con la cabeza de Carlos IV, un soldadito
de plomo, un anillo y una esmeralda…
La atmosfera retro
del lugar
Pero lo fascinante del
lugar, lo que también conlleva a su atmosfera retro tan particular, son sus
objetos: buscados, descubiertos, negociados
por el pulpero, y así acumulados en
la pulpería con una atención minuciosa. Al empezar con la barra misma, el
exprimidor que está colocado encima, y hasta las cajas de madera Cinzano que
sirven como alacena, cada mueble tiene una historia bien particular. ¡No
piensen que el franchute se perdería en esta cueva de Ali Baba! Por el
contrario, él conoce precisamente las historias y anécdotas escondidas detrás
de cada objeto, y les podría contar en detalle cómo y dónde les adquirió. La
pulpería más bien se adapta a la arquitectura del lugar, una casona criolla de
estilo colonial, y a sus objetos, y no a la inversa.
Una pulpería real, y
un espacio virtual
Pero no es todo: la
pulpería, según las palabras del
pulpero francés, no es sólo un lugar en San Telmo, sino también una página web
donde relevar todas las informaciones acerca de este proyecto, y medir el
impacto real de su acción cultural. No duden en visitarla, www.pulperia.com.ar,
ya que desde ahora se puede leer artículos temáticos, noticias de la pulpería,
y columnas de opinión del pulpero, así como unos chistes imperdibles. Tan
pronto como abra sus pertas, la pagina ofrecerá igualmente entrar en contacto
con los productores asociados a la pulpería, “de quesos,
fiambrerías o carnes,
para que se encuentren el campo y la ciudad, las provincias y la capital”. Y
para los que siguen teniendo algunas consultas, la página web cuenta con un
tchat, para preguntarle directamente al pulpero, o solo discutir un rato!
Una última consulta
al pulpero: porqué haber elegido el nombre de Pulpería Quilapán?
José Santos Quilapán fue el ministro de guerra del Rey de
Patagonia, Antoine de Tounens, que reunió a los pueblos indígenas del
continente para resistir a la presión colonial.
Pues Quilapán evoca la defensa
de
las raíces nativas, así como un discreto guiño a la Francia, ya que el rey
de Patagonia era francés. Lo habrán entendido, la pulpería será un espacio
nostálgico desconectado del tiempo para encontrar los mejores productos
argentinos, para los amadores de historia y sobre todo de la historia en la
historia.
Excelente nota. Muchas gracias. El pulpero pulperia.com.ar
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