VILLA ARGUELLO
Un espacio de
nostalgia Cordobesa
En la casa del bicentenario se hizo presente la danza
contemporánea. La obra coreográfica Villa Argüello constituye un espacio de
evocación a un mundo Cordobés, un mundo
creación de Celia Argüello Rena.
Video tomado en la última presentación de VILLA ARGUELLO, en la Casa Nacional del Bicentenario de Buenos Aires. Música original de la Mona Jimenez. PORQUE TE VAS
Video tomado en la última presentación de VILLA ARGUELLO, en la Casa Nacional del Bicentenario de Buenos Aires. Música original de la Mona Jimenez. PORQUE TE VAS
En ese mundo fantástico entre el recuerdo de la juventud los siete integrantes del grupo le dan forma a este espectáculo creativo y talentoso, mitad ficción teatral mitad ballet contemporáneo. Los siete integrantes son tomados por un aire lejano, autóctono y popular, siete intérpretes transitan el esfuerzo de pertenecer a un mundo casi foráneo. Villa Argüello se transforma en el lugar del recuerdo, la añoranza y la reconstrucción de algo vivido para recuperarlo. El lugar donde finalmente, ante tanta extrañeza, se encontrarán a bailar, Un recuerdo . Arturo
donde viven los amigos la familia, las costumbres, pero por sobre todo la amistad , la pasión la traición y el amor
Florencia Aroldi,
describe de una manera magistral la estética artística de este grupo y añade
lo que significan cada uno de sus integrantes, expresándose de la
siguiente manera. Celia Arguello Rena actriz, docente y
bailarina, dirige Villa Argüello, un espectáculo que fusiona la danza
contemporánea y el cuarteto. La idea nació en uno de los viajes a su Córdoba
natal: mientras viajaba en un colectivo observó que a su
alrededor todos escuchaban cuarteto, entonces pensó que en Córdoba toda la realidad era cuartetizada y que quería dirigir algo que hablara sobre eso.
alrededor todos escuchaban cuarteto, entonces pensó que en Córdoba toda la realidad era cuartetizada y que quería dirigir algo que hablara sobre eso.
La acción se desarrolla en un espacio no convencional, un
salón de club de barrio, dónde los intérpretes vienen a tu encuentro,
recibiéndote con los brazos abiertos, y te das cuenta que se trata de una
especie de kermés barrial, de una fiesta a la cual fuiste invitado, te convidan
fernert y algo para comer, y te invitan a tomar asiento. Un elenco formidable
pone el cuerpo y el alma al servicio de esta obra. El
texto se construye a partir de la dramaturgia de estos cuerpos danzando en el espacio con un hondo sentido poético que levanta vuelo en cada escena, dónde con pasos de baile y coreografías, relatan de una manera metafórica, ahondando por infinitos recovecos donde la palabra no tiene acceso.
texto se construye a partir de la dramaturgia de estos cuerpos danzando en el espacio con un hondo sentido poético que levanta vuelo en cada escena, dónde con pasos de baile y coreografías, relatan de una manera metafórica, ahondando por infinitos recovecos donde la palabra no tiene acceso.
Las interpretaciones
son excelentes: Pablo Castronovo, Josefina Gorostiza, Andrés Molina, Teli
Ortiz, Jimena Perez Salerno, Ollantay Rojas, Diego Rosental tienen una gran
capacidad lúdica, con un enorme caudal de imaginación que les permite
conseguir naturalidad, frescura y sencillez a un ritmo tan ágil como profundo. Juegan, proponen, danzan, inventan, reinventan en un equilibrio permanente que no pierde en ningún momento la fortaleza del trabajo colectivo.
conseguir naturalidad, frescura y sencillez a un ritmo tan ágil como profundo. Juegan, proponen, danzan, inventan, reinventan en un equilibrio permanente que no pierde en ningún momento la fortaleza del trabajo colectivo.
Se destacan varios momentos, como las escenas donde re-presentan las letras de canciones de la Mona Jimenez. Apelando al recurso de la
meta-treatalidad, los actores exponen,
con un humor propiamente cordobés, problemáticas sociales como la prostitución,
la delincuencia, las drogas, las madres jóvenes y la marginalidad.
Tratándose de un espacio físico no convencional donde no
disponen de los recursos técnicos que ofrece una sala teatral, el mérito es
mayor, el acierto tal vez tenga que ver con esto, con utilizar a fondo lo poco
que disponen y transformarlo en un signo teatral, y volver a transformarlo
generando con su uso otros significados. Simpleza y economía de recursos dan
como resultado una riqueza de códigos originales con sello propio. La escenografía, a cargo de Agnese Lozupone,
sigue este criterio de economía: la parte por el todo, un cuadrado de pasto
artificial que
construye en la cabeza del espectador inmensas estampas de las sierras, o algo parecido, no urbano, un par de cajones que simulan ser de madera, un velador, otros objetos no hay, porque se dieron cuenta que con el gesto se comprendía, “y si se comprendía así, entonces el objeto sobraba”
construye en la cabeza del espectador inmensas estampas de las sierras, o algo parecido, no urbano, un par de cajones que simulan ser de madera, un velador, otros objetos no hay, porque se dieron cuenta que con el gesto se comprendía, “y si se comprendía así, entonces el objeto sobraba”
Celia se radicó en
Buenos Aires para ingresar al IUNA, tuvo que exiliarse, por elección, de su
tierra, su gente y sus paisajes, esta obra, definida por ella como “evocación a un mundo cordobés” pone en
escena el sentimiento de desarraigo de alguien que recorre con fuerza e
el amor, la traición, la cultura, el juego, el teatro, el lenguaje,
la existencia, la vida.
impronta los distintos matices de una realidad determinada, con usos y costumbres especificas. Villa Argüello habla de muchos temas: la identidad, la amistad, la nostalgia,
impronta los distintos matices de una realidad determinada, con usos y costumbres especificas. Villa Argüello habla de muchos temas: la identidad, la amistad, la nostalgia,
Refleja en las múltiples imágenes que produce provincias de
nosotros mismos. Hablando en nombre propio, nos invita a mirarnos en esa
diferencia, como dijo Tolstoi alguna vez: “Describe tu aldea y será universal”.
Villa Argüello hace pie en lo común que tenemos las personas más allá del
idioma que hablemos, de las creencias que tengamos, de las religiones, de los
ateísmos, de la diversidad sexual, de nuestra ideología. Habla de lo común en
un juego de diferencias: sea cual sea la cultura a la cual pertenezcamos, todos
tenemos la necesidad de pertenecer a un
lugar, de establecer lazos, de
comunicarnos, de encontrarnos con otros. Villa Argüello propone eso: un
encuentro. El baile lo facilita: “cuando uno escucha un cuarteto se olvida que
aprendió danza, y baila” dice Celia Arguello Rena que, sin saberlo (o
sabiéndolo) se trajo de contrabando una provincia a Buenos Aires; es que el arte hace posible también eso, las
nostalgias son menos nostalgiosas y los dolores se transforman en alegrías
compartidas, el arte cambia los mapas y hace que en pleno barrio porteño en una
vereda, en un club, en un salón, quepa una provincia entera, la magia se
enciende y Córdoba queda, tan solo por 50 minutos, en el centro de la escena
porteña.
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