domingo, 4 de diciembre de 2022

CAFÉ EL GATO NEGRO: Un bar notable de Bs.As.

 

CAFÉ EL GATO NEGRO: Un bar notable de Bs.As.

Los históricos cafés de Buenos Aires, fueron y son el lugar natural de encuentro de los ciudadanos de esta gran urbe. En sus mesas se fue forjando la historia de nuestro país, por ello con transcurso del tiempo lograron formar parte de nuestra propia identidad.




El Gobierno de La Ciudad de Buenos Aires edito dos libros con la historia de los que aún permanecen abiertos y que forman parte del patrimonio histórico cultural de la ciudad, y que han sido reconocidos como “Cafés notables e históricos” de la ciudad. Es bueno comprar los libros, que tienen una muy buena edición y por otra parte constituyen una guía de gran utilidad para recorrer los mismos. Visitarlos es como entrar mágicamente en la máquina del tiempo.

Hoy vamos a visitar CAFÉ EL GATO NEGRO, que se encuentra ubicado en el corazón del bario de San Nicolas, en la Av. Corriente 1669 a pocas cuadras del obelisco. Un cartel de vidrio nebro pintado con letras de oro lo identifica con El gato negro.



El negocio fue fundado por el comerciante español Victoriano López Robredo, como almacén de especias denominado La Martinica a pocos metros de su ubicación actual, en la entonces corriente angosta al 1600 pero al poco tiempo se trasladó a la Av. Corriente al 1669 donde cambio su ubicación y adopto su nombre definitivo El Gato Negro



.El Gato Negro nació en 1927. Su primer dueño, el español Victoriano López Robredo, le puso ese nombre como recuerdo simbólico a su España natal y como homenaje al café homónimo de la calle Alcalá de Madrid, que era preferido y frecuentado por Jacinto Benavente.

 

Luego sobrevivir a una complicada zaga sucesoria de medios hermanos y empleados herederos, el bar fue refundado tres veces sin perder su continuidad comercial y por tercera vez fue refundado




Actualmente su dueño es Jorge Crespo, nieto del mencionado fundador López Robredo, quien en 1997 decidió poner mesas para los clientes que iban a ver cómo se molía el café.

En 1998, cuando ya el desarrollo de los supermercados había consolidado la nueva modalidad comercial como medio de sobrevivir, en forma complementaria, se les ocurrió empezar a servir café. Para lo cual compró algunas mesas, sillas y una gigantesca máquina en un remate. Si bien le costó cambiar el concepto del comercial, no fue impedimento para que, al año siguiente, en 1999, fuera reconocido como uno de los primeros bares notables de la Ciudad.




El cambio fue visionario, porque el bar se encontraba en pleno centro comercial y la zona teatral y pronto aparecieron una selecta clientela de políticos, y actores que no solo le permitieron cambiar el concepto comercial, sino que el Gato Negro sigue manteniendo su actividad de almacén destacados de especias

También en el primer piso posee un salón en el que se pueden comer una variedad de platos de autor, como filetes de abadejo en fondue de cebolla, risotto al azafrán con camarones y pastas caseras o importadas de Italia. En ocasiones suelen ofrecerse en él local espectáculos unipersonales o pequeños shows musicales de tango o jazz. Asi la fiesta continúa y el bar sigue prestando sus servicios en forma notable.



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