LAS MINAS DE
HUALILAN…Un legado histórico de los INCAS
Las minas de
Hualilan (Palabra que significa TIERRA DE ORO), fueron conocidas y explotadas
por el imperio INCA, luego vinieron los Ingleses y la fiebre del oro del
momento fueron el motor de la creación de esta mina donde el laboreo minero era manual casi sin tecnología, y los trabajos eran tareas penosas. Corria
el año 1872 y se iniciaba la explotación, en medio del desierto, en el
medio de la nada, la cárcel y el oro eran aliados, el laboreo era un trabajo de
presos. Los
restos del establecimiento y del acueducto que han logrado
sobrevivir a la destrucción del tiempo y los saqueos, aun impresionan y
aparecen en medio del valle de Hualilan como el Arca perdida. Pude visitarla y llegar
hasta la entrada a la mina, también sobre el piso se encuentran miles de
testigos partidos y las cajas de los mismos, restos de la ultimas explotaciones.
El lugar que fue un sitio de sufrimiento y muerte, hoy es una ruina que impresiona y se muestra como un lugar atrayente lleno de leyendas. Lo cierto que hoy las ruinas fueron declaradas Patrimonio Cultural y Natural de San Juan por Ley Provincial 7.384
La minería era
una de las labores más importantes antes del siglo XIX en San Juan. El aborigen
de la zona no dispuso de agua necesaria para la separación del oro, no
empleaban la técnica de la amalgamación (usaban el mercurio), y debían operar
con las llamas como animal de carga para el trasporte del metal. Se encuentran
en
el lugar restos de un pozo que permitía extraer agua, habitaciones picardas
de sección circular, proliferan relaves y marayes de antigua operación de
molienda y selección, una construcción que aparenta ser una antigua capilla
española, el viejo cementerio de la mina y la cárcel. Se ha hallado cerámica
indígena en los blanquitos, estas estructuras permiten la posibilidad de que
estén vinculadas con la explotación prehispánica o hispánica temprana de las
minas de Hualilán, lo que extendería en varios siglos la reconstrucción de la historia de los emprendimientos mineros de esta zona.
La actividad minero extractiva arranca casi
con la historia de San Juan, las referencias dicen que la presencia del español
se vincularía con aquellas noticias que los aborígenes habrían llevado al otro
lado de Los Andes. Luego, con la
presencia de los ingleses, la extracción se hizo viable con el agua del
subsuelo que bombeada, y
satisfizo los requerimientos mineros, como también
ordenó las labores, adoptaron ciertas normas de seguridad y mejoraron los
métodos de explotación. Luego de la paralización de los trabajos por parte de
los ingleses, llega un período en el que gran parte de los elementos son
retirados por seres ajenos que le dan destinos diferentes. Actualmente, luego
de un proceso de zoneamiento puede decirse que las reservas de oro serían muy
bajas y en profundidad el cambio mineralógico operado indicaría que estaríamos
frente a un yacimiento de cinc. ARTURO.
Gustavo Martínez Quiroga Periodista de Canal 5 hace una minuciosa descripción del
lugar que transcribo a continuación por
la precisión de su relato. Gustavo dice : Las ruinas de Hualilán, en medio de
la nada, cubiertas por un silencio ensordecedor y envueltas en antiquísimas
leyendas que aseguran que aquí está el oro al alcance de la mano, siguen en
pie, desafiando el tiempo y extasiando a sus visitantes que se ven
transportados a la época
incaica, o al siglo 18 o 19, de donde datan estas
ruinas, cuando criollos e ingleses sobrevivían con mucho sacrificio,(mas los
primeros que los segundos) sin agua suficiente y soportando las intensas
inclemencias climáticas, alimentados con la sola promesa del metal dorado. La
palabra Hualilán, que en lengua aborigen significa “tierra de oro”, da cuenta del conocimiento
que tenían los primeros habitantes de estas tierras sobre los minerales
auríferos de la zona, ubicada en Ullum, al Noroeste de la ciudad de San Juan y al oeste del Valle de Hualilán propiamente dicho.Se trata de una cuenca de gran extensión, sin desagüe y cuya parte más deprimida es la Pampa de los Avestruces, cerca de La Ciénaga. La ruta provincial 436 que une la capital provincial con el departamento Iglesia cruza todo el valle en sentido longitudinal y pasa a pocos metros de las ruinas mineras, a 1760 metros sobre el nivel del mar, cuyas chimeneas pueden divisarse claramente desde el camino.
El oro de Hualilán
ya habría sido explotado para el imperio Inca, pero la historia más reciente se
inicia cuando una compañía inglesa, que había trabajado en la región minera de
El Tontal y El Castaño, aumenta su capital y comienza labores en éste
yacimiento en el año 1872. Al principio se trabajó con éxito hasta que el
mineral cambió de carácter y se generaron muchas dificultades para la
extracción del oro, que hicieron que la compañía tenga que abandonar los
trabajos.
Tres años más
tarde, en 1875, otra compañía inglesa llamada paradójicamente “La Argentina”,
reanudó las labores: instaló dos hornos de tostación con capacidad para 80
toneladas diarias y con el trabajo de 124 mineros criollos y 35 ingleses hizo
un total de 31 excavaciones. Pero la empresa no logró extraer más de 0,75 onzas
(aprox. 21 gr) por tonelada. Además del bajo rendimiento, la extracción de agua
subterránea y el transporte en caminos casi inexistentes se
transformaban en
verdaderos problemas para la continuidad del emprendimiento. Desanimados los inversores,
abandonaron definitivamente la mina. En verdad, la región adyacente a las minas
es muy pobre en agua pero existen algunas vertientes en sus cercanías. La más
próximas es la de Los Marayes a tres kilómetros del establecimiento, de la que
se sirvieron los ingleses instalando una cañería sostenida por pilotes de piedra, cuyos restos pueden observarse todavía hoy. El establecimiento metalúrgico de Hualilán fue uno de los más grandes de aquélla época, disponía de dos motores de más de 100 hp cada uno, que movían toda la maquinaria. La capacidad de la planta era variable pero llegó a procesar 200 toneladas por día. Las habitaciones de los directores de las empresas ostentaban cierto lujo considerando la ubicación de la mina, pero los
mineros ocupaban miserables pircas de piedra. Aproximadamente a dos kilómetros del pique central hay otro grupo arquitectónico, también de piedra, pero notablemente menos elaborado. Se trata de la vieja cárcel construida y usada durante los años de las compañías inglesas. La construcción, abandonada desde entonces ha sido usada por puesteros nómades, que han techado un sector con troncos y ramas. El patio posterior de la antigua cárcel muestra claras señales de haber sido
utilizado como corral.
Todavía se
encuentra a un costado de las ruinas todo el relave dejado por la explotación.
A ese material residual, generalmente se le puede extraer mas oro en un segundo
tratamiento con cianuro, y de hecho, se intentó en 1914 y posteriormente en
1987 por la compañía Rosa Amarilla.
Las minas de
Hualilán fueron declaradas Patrimonio cultural. El proyecto de ley, aprobado
por la
eventuales inversores a solicitar que el área protegida sea menor. De todos modos, incluye a la vieja cárcel y a los restos de un asombroso asentamiento indígena que se encuentra precisamente a 5 kilómetros de las ruinas. Se trata de un conjunto de habitaciones con muros de piedra de una altura promedio superior al metro, de doble hilera con relleno interior, unidas con barro. Las piedras están colocadas con la cara plana hacia fuera y trabadas en las esquinas. El lugar fue
aparentemente reutilizado en épocas posteriores, pero aún pueden identificarse las casas circulares de los aborígenes con clara influencia incaica, las puertas al naciente y enclavadas en el cerro fuera del peligro de crecientes estacionales. En medio de la nada, Hualilán sigue esperando una política que preserve éstos pedacitos de historia, los ponga en valor, los proteja del deterioro y del vandalismo, los incluya definitivamente en un proyecto que, igual que con las Ruinas de Hilario en Calingasta, contemple de ser necesaria una expropiación en nombre del patrimonio de todos los sanjuaninos
Hola, Arturo. No pude evitar notar que mencionas un cementerio. Me podrías decir donde queda?
ResponderBorrarYo he ido varias veces y encontré un cementerio con cruces de madera, al norte de esas ruinas, pero dudo que se trate del mismo.
Saludos!