SARA FIGUEROA. Monumento viviente al trabajo
La conocí por casualidad, frente a la casa de Tucumán, allí tiene
su puesto ambulante SARA FIGUEROA, eso no tendría nada de extraordinario, sino
fuera que SARA FUGUEROA, con mas de 80 años fue consagrada como la Campeona
Nacional de la Empanada.
Sentada en la calle
frente a la casa de Tucumán impecablemente vestida con su delantal blanco impoluto y almidonado,
apoyada en su bastón custodia el canasto de empanadas recién hechas, y que las cubre con un impecable mantel. Tiene como
una mirada perdida, pero con gran lucidez responde a las preguntas que le hacen todos los Turistas. Sara cuenta que la TV la
hizo famosa, y que muchos presidentes
probaron sus empanadas. No falta nunca a su puesto de trabajo y enseguida sus
empanadas se acaban por su gran demanda. Con su piel curtida por los años luce
no solo impecable. Sino que su mirada fuerte y penetrante se ilumina cuando
habla de sus empanadas. Tiene un sueño, que Tucumán no pierda la tradición de
la exquisitas empanadas que hicieron tan
popular a la Ciudad. Sus ojos vivaces y
su dulce mirada muestran el orgullo que siente de su arte culinario y de su dedicación
al trabajo. Pude ver en ella una abuela de piel acartonada por el paso de los
años pero sigue siendo una bella persona, humilde orgullosa de su fama,
trabajadora, que no se rinde con los pasos de los años y que luce impecable por dentro y por fuera. Un
emblema del Tucumán de Hoy, que seguramente algún dia tendrá su escultura, como personaje
popular. Hoy tuve la suerte de conocerla, y comprendí que una persona puede envejecer y seguir siendo bella. ARTURO
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