LA FAMILIA URBANA De
Antonio Segui
Una lucha del hombre por llegar
al tercer milenio
HOMBRE URBANO, en el Nodo Mitre de entrada a la ciudad de Córdoba |
hombre Urbano de Antonio Segui |
Quien mejor han descripto el significado de estas escultura
es la Asociación Aragonesa de Críticos de
Arte, de lo cual copio su pensamiento
al respecto.
“Pensar la ciudad de Córdoba es pensar en múltiples itinerarios, en
recorridos por el tiempo y por el espacio que se superponen, se cruzan, se
integran y se rechazan, pero que en conjunto ponen de manifiesto aquello que la
caracteriza: la posibilidad de ser una ciudad que se inventa y se transforma a
si misma continuamente.
Entre los muchos itinerarios posibles, el de la Córdoba Colonial es el
de mayor visibilidad y el que permite comprender la posición que ocupaba la
ciudad como enclave estratégico entre el Virreinato del Alto Perú y el del Río
de La Plata. La Córdoba Colonial adquiere formas definidas en sus numerosas
iglesias, conventos, casonas, y en una organización espacial que se inicia en
la plaza central -hoy plaza San Martín- flanqueada por la Catedral, el Cabildo,
el Monasterio de Santa Catalina y la casa del Obispo Mercadillo.
Imagen del nuevo centro Cívico de Córdoba |
Nueva Córdoba. Patio Olmo |
Córdoba es también la ciudad de encrucijadas, de encuentros en las
plazas, los paseos o en los grandes parques. Desde 1983 hasta hoy, la Córdoba
de la postdictadura se entrelaza en caminos, nudos viales y puentes
subterráneos que la definen como ciudad moderna, a pesar de las crisis
económicas y políticas que
caracterizan la Argentina de este período. La ciudad
se dinamizó a partir de las obras realizadas en la costanera del río Suquía
–que se simbolizó en la recuperación de su antiguo nombre- y la creación de
numerosos puentes, paseos y parques. Indudablemente estos recorridos propuestos no son los únicos posibles
en una ciudad de 1.300.000 habitantes y 435 años de historia, pero lo descrito
anteriormente nos permitirá comprender qué tipo de relaciones se establecen
entre la ciudad, su gente y el arte público. En este trabajo nos centraremos en
la obra de Antonio Seguí y en cómo una serie de esculturas concebidas como
meras marcas de una nueva circunvalación, pueden trazar otros itinerarios,
generar nuevas relaciones espaciales, integrar lo excluido, proponer
identidades y potenciar discursos. La obra de Seguí tiene carácter de respuesta
frente a lo que es en potencia y, por lo tanto, permite ampliar la frontera de
sentido de esa semiosfera (universo simbólico de una cultura) que
es la ciudad.
Centro de Interpretación del Bicentenario |
Antonio Seguí, es sin dudas uno de los más famosos artistas contemporáneos
argentinos, que en 1999 donó a su ciudad natal, Córdoba, tres esculturas de
grandes dimensiones: El hombre urbano, La mujer urbana, y Los niños urbanos. Es
evidente la relación estética y significativa entre todas ellas, pero puesto
que fueron instaladas en partes distintas del tejido urbano, han ido creando
así interrelaciones espaciales que han acabado por implicar a los vecinos y a
otras esculturas.
La escultura fue inaugurada hace 9 años, el 17 de julio de
1999, se encuentra emplazada sobre la rotonda del Nudo Vial Mitre, es de acero
pintado y ronda los doce metros de altura. Junto con la mujer urbana y los
niños urbanos, forma parte del conjunto de esculturas que Antonio Seguí realizó
para su ciudad natal. El reconocido artista se encuentra radicado en París
desde hace muchos años, pero siempre recuerda a la provincia que lo vio nacer y
donde inició su pasión por el arte, “…yo creo que la mayor parte de mi trabajo
es producto de la memoria de mi infancia; allí está la raíz de mi sentido
lúdico y la del humor, en Córdoba.”
Además de este conjunto escultórico, Seguí contribuyó al arte cordobés
creando el Centro de Arte Contemporáneo en el Chateau Carreras. Según su autor,
el hombre urbano “corre hacia el futuro
dejando atrás el siglo con sus grandes
descubrimientos, con la tecnología, con las computadoras, con los aviones, el
ferrocarril, las industrias, los automóviles y entra corriendo al tercer
milenio”.
Antonio Seguí es un artista crítico de las circunstancias
que rodean al mundo, su obra refleja su
pensamiento y muchas veces su confusión también, lo que se refleja cuando
expresa: “El humor y cierta mirada irónica de la sociedad a la que pertenezco,
y de la que en cierta manera me siento excluido, son el cordón umbilical de mis
cosas.” En casi todas sus obras de pintura o escultura tiene presente al hombre
del siglo pasado como un ser masificado, individualista y hasta depresivo, a
pesar de los avances y las comodidades en el estilo de vida urbana.
El hombre
urbano es una escultura de acero pintado, de 12 metros de alto y 18 de largo,
que representa al hombre moderno, sin dudas es un “cordobés típico con su cuota
de humor e ironía”, en palabras de Seguí , aunque también podría ser un Porteño
de estos tiempos, que también se le parece. Un hombre que avanza a toda velocidad
hacia el siglo XXI, dejando tras de sí los símbolos del siglo XX: el tranvía,
el trasatlántico, el avión y el automóvil. La escultura se encuentra ubicada en
cercanías de la Estación Terminal de Autobuses, en el fondo del centro cívico y
es en esa rotonda del nodo de ingreso a la ciudad lo primero que uno ve el
gigante de Cordoba, EL HOMBRE URBANOS.. Por sus características formales y por
su localización, en esta obra se asemeja a El viajero, la escultura que Seguí realizó en
1994, ubicada en cercanías del aeropuerto de Bogotá.
El moderno gaucho Urbano. Rotonda Calamuchita- |
Dice la critica de la Asociacion Aragonesa de Arte.
La escultura se encuentra emplazada sobre la rotonda del
Nudo Vial Mitre, es de acero pintado y ronda los doce metros de altura. Junto
con la mujer urbana y los niños urbanos, forma parte del conjunto de esculturas
que Antonio Seguí realizó para su ciudad natal. El reconocido artista se
encuentra radicado en París desde hace muchos años, pero siempre recuerda a la
provincia que lo vio nacer y donde inició su pasión por el arte, Dice Segui. “…yo creo que la mayor parte de mi trabajo es producto de la memoria de
mi infancia; allí está la raíz de mi sentido lúdico y la del humor, en
Córdoba.” Además de este conjunto
escultórico, Seguí contribuyó al arte cordobés creando el Centro de Arte
Contemporáneo en el Chateau Carreras.
Según su autor, el hombre urbano “corre hacia el futuro dejando
atrás el siglo con sus grandes descubrimientos, con la tecnología, con las
computadoras, con los aviones, el ferrocarril, las industrias, los automóviles
y entra corriendo al tercer milenio”.
Antonio Seguí es un artista crítico de las circunstancias
que rodean al mundo, su obra refleja su
pensamiento y muchas veces su confusión también, lo que se refleja cuando
expresa: “El humor y cierta mirada irónica de la sociedad a la que pertenezco,
y de la que en cierta manera me siento excluido, son el cordón umbilical de mis
cosas.” En casi todas sus obras de pintura o escultura tiene presente al hombre
del siglo pasado como un ser masificado, individualista y hasta depresivo, a
pesar de los avances y las comodidades en el estilo de vida urbana.
La mujer urbana se inauguró el 23 de septiembre de 1999, en el nudo vial 14, ubicado en uno de los barrios mejor cotizados de Córdoba, el Cerro de las Rosas. Realizada en acero pintado, tiene 12 metros de alto y representa a una mujer dinámica que ingresa al nuevo milenio ‘atravesando’ los límites materiales y simbólicos del hogar.
Mucho más polémica
que su compañero, la mujer urbana se ha convertido en objeto de diversas
acciones. ‘Sobre’, ‘con’ o ‘contra’ el discurso de La mujer urbana se han
realizado varias intervenciones. Ha
sido el centro de muchas manifestaciones relacionadas con la mujer, como la masiva manifestación sobre la lucha contra el aborto. El 8 de marzo de 2000, con motivo del Día internacional de la mujer, la artista plástica Zoe Di Rienzo, realizó una performance en la cual criticaba tanto la obra como la fecha en sí misma. El 8 de marzo de 2000, Zoe di Rienzo realizó una maratón alrededor de la “Mujer Urbana”, una escultura pública de Antonio Seguí emplazada en una rotonda de la ciudad de Córdoba, con motivo de la celebración del “día de la mujer”. Vestida de rosa, con anteojos oscuros, una canasta de rosas rojas y un cortejo de globos blancos, la artista rodeaba la escultura saludando a los automovilistas, con una felicitación a las mujeres y un toque de bocina a los hombres. La ridícula caracterización replicaba la grotesca figura escultórica, al tiempo que resaltaba la insensatez del festejo, basado en una imagen igualmente estereotipada de la condición femenina. (Alonso, 2003).
sido el centro de muchas manifestaciones relacionadas con la mujer, como la masiva manifestación sobre la lucha contra el aborto. El 8 de marzo de 2000, con motivo del Día internacional de la mujer, la artista plástica Zoe Di Rienzo, realizó una performance en la cual criticaba tanto la obra como la fecha en sí misma. El 8 de marzo de 2000, Zoe di Rienzo realizó una maratón alrededor de la “Mujer Urbana”, una escultura pública de Antonio Seguí emplazada en una rotonda de la ciudad de Córdoba, con motivo de la celebración del “día de la mujer”. Vestida de rosa, con anteojos oscuros, una canasta de rosas rojas y un cortejo de globos blancos, la artista rodeaba la escultura saludando a los automovilistas, con una felicitación a las mujeres y un toque de bocina a los hombres. La ridícula caracterización replicaba la grotesca figura escultórica, al tiempo que resaltaba la insensatez del festejo, basado en una imagen igualmente estereotipada de la condición femenina. (Alonso, 2003).
Los niños urbanos frente al aeropuerto completan la familia urbana. |
Los niños urbanos: o en realidad el niño urbano y la niña urbana, es lo primero que impacta al visitante porque es la primer escultura gigante que uno encuentra al salir del aeropuerto. Como dicta el discurso pedagógico actual- fue inaugurada el 8 de diciembre de 1999 en un predio situado frente al ingreso al Aeropuerto Internacional de la ciudad de Córdoba. Con el mismo sentido de movimiento hacia el futuro de las dos anteriores, los niños urbanos avanzan tomados de la mano, acompañados por su mascota, un perro y un árbol les
hace de telón de fondo. La escultura es de acero pintado y mide 12 metros de alto por 18 de largo. Por su ubicación, al igual que el hombre urbano, Los niños urbanos se convierten en la primera imagen de quien llega a Córdoba, en este caso, por vía aérea. La obra fue incorporada rápidamente por los vecinos de la zona como una marca de identidad, como una referencia concreta que les permitía formar parte del proyecto de ciudad. No es lo mismo ‘vivir frente a los niños urbanos’ que ‘por el camino del aeropuerto’ porque la primera
referencia integra y la segunda, por el contrario, excluye, el aeropuerto se encuentra ubicado fuera del ejido urbano de la ciudad. Y es este sentido de integración que se le otorga a la obra de Seguí, el que justificó la creación de Los jóvenes urbanos, pues los jóvenes sentían que habían sido excluidos de este proyecto. La obra, de chapa pintada y de 6 metros de altura, fue inaugurada en el marco de la XI Expo Joven 2005.
Siempre se dijo que la obra de Seguí tenía carácter de
respuesta, lo que significa que no se trata de meras esculturas colocadas en el
interior de un predio, sino que son enunciados vivos que establecen
vinculaciones con otros enunciados. Seguramente Seguí hace culto desde la
lejana Europa donde reside, a su ciudad natal, esa Córdoba que mantiene vivo su
mote de DOCTA Sin dudas Segui es un escultor profeta, que con su obras denuncia y anuncia sobre el comportamiento del hombre moderno.............. Arturo
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